Hola, ¿mamá? Soy Perce.
Sí, estoy bien.
No, estaba en Colorado. Ahora estoy en Nevada.
He montado un toro.
Sí, un rodeo bastante bueno.
Cien dólares.
Mamá, iba a comprarte un regalo de cumpleaños con eso, pero tenía las botas destrozadas.
No, no he ido al hospital desde que hablé contigo. Me he comprado unas botas.
Mamá, ¿para qué iba a querer casarme? Acabo de comprarme...
Oye, ¿sabes qué? Además del dinero, he ganado una bonita hebilla de plata.
Sí, con un caballo dando corcovos y mi nombre entero escrito debajo.
¿Estás orgullosa?
No, qué va. La cara la tengo bien. Ya ha cicatrizado. Está como nueva.
Me reconocerías.
Está bien, operadora. Mamá, escucha. Saluda a Frieda de mi parte, ¿vale?
Y a Victoria. Sí, y al tío George.
Bueno, salúdalo a él también.
No, mamá. Se me ha olvidado, eso es todo.
Te lo estoy diciendo ahora.
Mamá, tú te casaste con él, no yo. Así que salúdalo.
¿Es...? Oye, quizá te llame en Navidad.
Vale.
¿Hola?
Que Dios te bendiga a ti también...
—
Imágenes: La libertad (Lisandro Alonso, 2001)
Palabras: Montgomery Clift en The Misfits (John Huston, 1961)