Cuando el paro obliga a marcharse a buscar trabajo fuera de España a una generación; cuando la crisis hace que muchas familias malvivan del sueldo de los miembros pensionistas; cuando el salario mínimo interprofesional apenas supera los 600 euros; cuando es el país en el que más ha aumentado la desigualdad desde el inicio de la crisis en la OCDE; cuando es el país donde 1 de cada 4 niños vive en la pobreza; ….; uno se pregunta si España no es un país de vergüenza.
Pero claro, luego vemos como al SR. Moltó, expresidente de CCM (Caja Castilla La Mancha), que supuso al bolsillo de los españoles 12.000 millones de euros su negligente gestión, le caen 2 años de cárcel y no va a entrar; cuando vemos que el partido gobernante, según palabras de algún fiscal, es una organización preparada para delinquir; cuando vemos que algunos miembros de los nuevos partidos piden que sea el empleado el que indemnice a la empresa cuando lo despidan;…; es cuando uno se da cuenta que además de lo anterior, España es un país de sinvergüenzas.
Y luego sale ‘EL OTRO’ y pide a los jóvenes españoles que se animen a emprender y que salgan fuera de España a trabajar (claro, pero que sigan mandando dinero para aquí y paguen sus impuestos aquí, igual que lo hacen todas las multinacionales afincadas en España).
¿Dónde están los expertos de management de este país para intentar poner un poco de cordura en un país ‘de traca’ como este?
Venga forums, simposiums, talleres,…., y demás escenografías de ‘que buenos que somos’, amamantando a los desesperados desempleados a que emprendan. Lo que aun no me explico es como no la emprenden a tiros con cualquiera que se le ponga por delante.
Quevedo ya hace muchos siglos retrató el gen de los españoles, donde la picaresca, la envidia y el ‘buen vivir sin dar golpe’, eran unos de nuestros rasgos más prometedores y llamativos.
Y es aquí cuando me pregunto que diferencia hay entre la España de hoy y la del siglo XVI. Una si que la hay, de aquella se podía tomar uno la justicia por su mano, aunque luego acabase pagando.
Ahora es que ni eso. El carácter de protesta de los españoles ha desaparecido por completo. La resignación acampa a sus anchas. Nos levantamos cada día viendo un nuevo caso de corrupción política, y mira que llevamos años así y no se acaban. Y luego llegan los ‘salvapatrias’ diciendo ‘que si España se vuelve como Corea del Norte’ ¡¡ojalá!! Ya veo yo como castigan allí a los corruptos.
La corrupción en este país (la que se sepa) supone al año 10 veces los recortes realizados por el Gobierno de Mariano.
Casos probados de corrupción conocidos como el del ‘yernísimo’ o el de ‘los Pujol’ y que aun no hayan pisado ni vayan a pisar la cárcel, da mucho que pensar en los pocos escrúpulos y poca vergüenza que tienen los que mandan en este país.
40 negros años de dictadura, seguidos de otros 40 años de continua corrupción, demuestra que España es un país rico ‘de narices’, porque aun no nos han embargado y siguen apareciendo ladrones impunes todos los días.