Revista Comunicación

Españoles: la crisis ha terminado

Publicado el 11 abril 2012 por Comicpublicidad
Hace unos días, un nativo digital me contaba el origen de la siesta española. 
Le habían explicado que hace mucho, mucho, tiempo los españolitos tenían que conseguir un segundo trabajo para por las tardes, ya que con lo que ganaban en sus empleos de mañana no les daba para vivir. Así que iban a casa, comían, dormían un ratito, y volvían a empezar la segunda jornada.
Cuando terminó de contarme, le dije: "Eso se llamaba pluriempleo. Mi padre era uno de esos pluriempleados. Por la mañana iba a su puesto de funcionario, y por las tardes daba clases en una academia."
Se me quedó mirando como si le hablara de los templarios y el arca de la alianza. Más que nada, porque le parecía increíble, con los cinco millones de parados que hay hoy, que entonces alguien pudiera tener dos trabajos.
Luego murió ese señor bajito de uniforme, y no pasó nada. Como ahora, que la crisis ha terminado y no nos hemos dado cuenta…
Un día aquí, y otro allí. Los españoles aguantamos cuarenta años quejándonos, o viviendo, pero nadie se atrevió a cambiar las cosas. Se murió el general, se juntaron los de siempre, los que habían ganado y los que habían perdido,  y las cosas siguieron igual. No hubo revolución. Nos había costado mucho tener seiscientos como para ponerlo en peligro. Mi padre siempre me lo recordaba, cuando venía a casa a dormir la siesta:
"Hijo, en el 36 la gente era tan pobre que no tenía nada que perder. Por eso, cogía un fusil y se iba a ver qué pasaba. Pero hoy, tenemos neveras y la casa es nuestra. Nadie va a ponerlas en peligro".
Luego llegaron los BMW y los viajes al Caribe todo incluido, para variar del apartamento en la playa. Cosas del estado de bienestar por el que luchar, aunque sea pagando, que la mili ya era profesional. 

Hoy, incluso los parados tienen un smartphone en el bolsillo. Después de unos días acampados, hay que ir a cargarlo. O a sellar la cartilla del paro, para cobrar antes de echarse la siesta.
Aquí, después de tantas guerras y revoluciones, pasan las cosas y nos quedamos mirando para quejarnos mejor, y cuando nos queremos dar cuenta, estamos en una nueva era.
Una nueva era, que por mi parte, ya ha empezado. La crisis, ha terminado. Creo que cuanto antes lo aceptes y lo asumas, mejor te irá. Lo que hay es lo que ves, y durante mucho tiempo, será así. Pero cada uno que lo vea como crea.
Ya no lo llames crisis. Eso es el periodo de cambio. Ahora es lo que hay. Aceptar trabajos que no queríamos ya. Cobrar sueldos que no recordábamos. Trabajar el doble o aceptar vivir con menos cosas que, realmente, no necesitamos.
Eso hace que, menos la gasolina que se acaba, y los servicios a los que colarle una tasa para recuperar caja, también bajan los precios de lo que vendemos y compramos, y se va ajustando todo. En mi barrio los menús del día no bajaban de 12 a 20 euros. Hoy todos son de menos de 10, y muchos de hasta 6. El otro día me compré una camiseta en Lefties por 1,50 euros. No es cool, pero me mola.
Acepta que no hay dinero. Que nos lo hemos gastado entre todos, el que había, el que iba a haber y el que nunca llegaríamos a tener. Si hasta han tenido que hacer una ley para que se paguen las facturas. Yo creía que eso era lo normal y ya lo decía la ley.
Claro que los estados pagan a los bancos con lo que nos recortan. Pero es porque le están devolviendo lo que les prestaron, para aeropuertos y pisitos en la playa, y si no se lo devuelven, no pueden volver a dejárselo para pagar los intereses.
Si es como el Monopoly, de verdad. Cuando no hay más dinero, se acaba el juego. Mientras no se pongan los contadores a cero, no empieza la nueva partida.
Pero cuando juegas al Monopoly, al que gana no le llamas explotador. Le felicitas porque ha tenido suerte o ha jugado mejor. Tienes la sensación de que tú también hubieras podido. En cambio, en la vida real, al que juega sus cartas para ser emprendedor, y crear empleo, se
le hacen todas las trampas posibles.
El otro día, escribí un tweet que tuvo cierto eco:
"Sabes que eres autónomo cuando la reforma laboral te da envidia"
Hubo a quien no le gustó, aunque aseguraba (vaya usted a saber si era mentira) que él era autónomo.

 Lo explico mejor:
Incluso con la reforma laboral, cualquier empleado tiene más derechos y ventajas que un autónomo. Ya quisiera yo que me recortaran hasta tener esos derechos. Porque como digo, aquí se le hacen todas las trampas posibles al emprendedor, hasta la aberración de que el empresario, que crea empleos, está obligado a ser autónomo y 
tener menos derechos que sus empleados. Con o sin reforma... #esoesasí.
Y si gana dinero y obtiene beneficios, se le quita hasta el 45% o más, en impuestos, para pagar con ello por ejemplo el subsidio a los que no trabajan, y se le llama cabrón. Para que no se confíe.
Yo he tenido la suerte de conocer el pluriempleo y hasta de arruinarme dos veces. He aprendido con ello que lo que no me gane yo, no me lo dará nadie. Y que si me gasto más de lo que tengo, se acaba el juego. Por eso, para mí, la crisis ha terminado.

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