Si hay una palabra que puede describir lo que ha sido esta sexagésimo primera edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián podría ser austeridad. Austeridad en el sentido económico del término pero también en cuanto a la calidad del cine visto en la Sección Oficial e incluso en el terreno del glamour, que en otras ocasiones (la anterior sin ir más lejos) ha impregnado la ciudad con la presencia de notables estrellas internacionales. El contraste con la celebración de los sesenta años de Zinemaldia resulta tan impactante que probablemente los fastos de aquella fiesta han provocado la sobriedad y el recato con los que han transcurrido estos nueve días de septiembre.
Ya sabemos lo que la crisis económica está lastrando a cada evento cultural que se intenta celebrar y este festival no ha sido menos. En los últimos años José Luis Rebordinos ha hecho encaje de bolillos para llevar adelante este certamen intentando que apenas se notase la restricción presupuestaria a la que había que hacer frente. Los donostiarras han notado esto, sobre todo comerciantes que solían incrementar su volumen de negocio gracias a los requerimientos de la organización. Una florista nos comentaba que en contraste con la exuberante decoración de la que solía hacer gala la ciudad durante estos días ahora se había recortado la partida destinada a este menester y ya no requerían de sus flores y plantas. En ese sentido podría explicarse el hecho de que en la edición de 2013 apenas se haya contado con un par de luminarias del firmamento del celuloide: Annette Benning, que estuvo presente en los primeros días, y el flamente Premio Donostia Hugh Jackman, cuya visita se ciñó a unas pocas horas el último viernes de festival. También se pasearon por la playa de La Concha dos habituales del Zinemaldia, los directores Oliver Stone, que presentó una estupenda serie documental (La Historia oculta de los Estados Unidos) que desde el pasado 30 de septiembre emite TVE, y Terry Gilliam. Pero ahí acaba la nómina de ilustres.
Oliver Stone presentó La Historia oculta de los Estados Unidos
Hubo una enorme deserción en cuanto a estrellas que integraban los repartos de las películas de la Sección Oficial, Colin Firth, que aparecía en dos, Jake Gyllenhaal, protagonista de otras dos, Nicole Kidman o Helena Bonham-Carter, baja de última hora. De esta forma en esta edición ha estado más presente que nunca el star system del cine español en lugar del internacional, con Carmen Maura a la cabeza, merecido Premio Donostia, que acompañó a la enorme troupe que presentó Las brujas de Zugarramurdi, amén de los equipos de las tres películas que competían por la Concha de Oro, cuyos nombres más representativos fueron Antonio de la Torre, Javier Cámara y Marian Álvarez, a la postre premiada como mejor actriz.
Carmen Maura recibió uno de los dos Premios Donostia
En cuanto al cine que hemos podido ver, la Sección Oficial ha bajado muchísimo de nivel respecto a las últimas ediciones. Hablando de los premios se podría aplicar perfectamente el refrán que dice que en el país de los ciegos el tuerto es el rey. Aunque sí que hubo una película que claramente destacaba sobre las demás, a la que se otorgó un premio menor, la estupenda Quai d´Orsay del veterano realizador francés Bertrand Tavernier. Donde sí que se ha podido disfrutar ha sido en la sección Perlas. Las ganadoras de los premios del público, en su versión europea e internacional, la británica About time – Una cuestión de tiempo y la japonesa De tal padre, tal hijo encandilaron tanto a la crítica como a la audiencia cinéfila que con sus votos las hizo merecedoras de este galardón. Pero a ellas hay que sumar excelentes trabajos como Gravity, del mexicano Alfonso Cuarón, Dallas buyers club, con un Matthew McConaughey impresionante, la rumana La postura del hijo, último Oso de Oro en Berlín, The wind rises, el testamento cinematográfico del maestro japonés de la animación Hayao Miyazaki, Joven y bonita, la nueva propuesta del siempre estimulante realizador francés François Ozon y Prisoners, del canadiense Dennis Villeneuve proyectada como marco de lujo para la entrega del Premio Donostia a un Hugh Jackman que, a pesar de su fugaz presencia en Donostia, dejó patente su simpatía y la humildad de un tipo que trabaja en el cine, que es padre de familia y que nunca ha dejado de tener los pies en la tierra.
Hugh Jackman, el otro Premio Donostia, bromea con el traductor
COMENTARIO AL PALMARÉS
El jurado presidido por Todd Haynes, director independiente estadounidense cuyo trabajo más emblemático, Lejos del cielo, le reportó una merecida nominación al Oscar al mejor guión original, dio a conocer su veredicto en la gala celebrada en el Kursaal de San Sebastián instantes después de las 20:30 de la tarde del sábado 28 de septiembre. El músico David Byrne, los actores y actrices Diego Luna, Paulina García y Valeria Bruni Tedeschi, la productora Mariela Besuievsky y el director Cesc Gay tomaron unas decisiones que, dentro de que se esté más o menos de acuerdo, fueron coherentes. Dejaron de lado todo lo que oliese a cine comercial para premiar películas de bajo presupuesto que se han definido por el riesgo en sus propuestas temáticas y visuales.
La directora de Pelo malo, Mariana Rondón, con la Concha de Oro
La Concha de Oro a la cinta venezolana Pelo Malo viene a galardonar a una película pequeña que habla de temas grandes, como las diferencias entre las personas y las formas de afrontarlas, con un aspecto tan tabú como puede ser en la sociedad venezolana la homosexualidad. Este trabajo, a pesar de adolecer de graves problemas para arrancar la historia, termina dejando buen sabor de boca. La gran sorpresa de la noche fue, sin duda, la española La herida, logrando la segunda distinción en importancia, el Premio Especial del Jurado, y la Concha de Plata a la mejor actriz, en la persona de Marian Álvarez. Se trata de una película difícil, a este que escribe no terminó de convencerle una propuesta tan radical tanto en la forma de relatar el tema en el guión como en el tratamiento estético para desarrollar el mismo, con una planificación excesivamente cerrada que terminaba por resultar claustrofóbica. La interpretación de Marian Álvarez es perfectamente premiable por el tipo de personaje que encarna y apareciendo en todos y cada uno de los fotogramas de la película, aunque nosotros habríamos galardonado a Lindsay Duncan por Le week-end. De todos modos desde aquí damos la enhorabuena al equipo de la película y a la actriz, que ya ha empezado a dar pasitos, cuanto menos, hacia la nominación al Goya.
Marian Álvarez, Concha de Plata a la mejor actriz por La herida
El jurado consideró que el mejor director fue el mexicano Fernando Eimbcke por su trabajo en la minimalista Club sándwich a la que curiosamente se le puede achacar las mismas taras que a la ganadora de la Concha de Oro. Una película que se atasca en un principio pero que luego va de menos a más. Probablemente la presencia de su compatriota Diego Luna en el jurado tuvo cierta influencia a la hora de arrimar el ascua a la sardina de su país. La Concha de Plata al mejor actor recayó en un veterano y fantástico actor británico, Jim Broadbent. En este sentido debió pesar el hecho de no premiar a dos actores españoles, porque el nombre de Antonio de la Torre estaba en todas las quinielas. Es curioso pero la pareja de premiados podría haber sido la formada por la actriz británica de Le week-end con el actor español, justo al contrario de como se ha dado.
Aitor y Ainhoa Merino, directores de Asier ETA Biok – Asier y yo
Donde no existió discusión alguna fue en el Premio del Jurado al Mejor Guión, para Quai d´Orsay de Bertrand Tavernier, con un libreto escrito por el propio director junto al autor del cómic en el que se basa la película, Cristophe Blain, y Antonin Braudy, el diplomático y escritor de discursos en quien se inspira esta historia que fue quien recogió la farola de San Sebastián cuya efigie simboliza el premio. Probablemente se trataba de la mejor película de la Sección Oficial pero dado el gusto de un festival como este Zinemaldia por apostar por un cine más al límite, menos comercial, y el hecho de que se tratase de una comedia relegó a este magnífico trabajo a una segunda fila inmerecida. La distinción a la mejor fotografía resultó totalmente justa. El uso de la luz en Caníbal y la atmósfera creada por Pau Esteve es digna poseedora de este galardón. Por último destacar el reconocimiento como Mejor Película del Cine Vasco a la valiente propuesta de Aitor Merino, Asier ETA biok – Asier y yo. Un controvertido documental, muy recomendable, que aborda las dudas y preguntas que le surgen al actor cuando conoce la militancia en ETA del que es su mejor amigo desde la infancia, y que gracias a este premio es probable que consiga distribución y estreno a nivel nacional.
FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN 2013 – PALMARÉS
CONCHA DE ORO A LA MEJOR PELÍCULA: PELO MALO, Mariana Rondón (Venezuela-Perú-Alemania)
PREMIO ESPECIAL DEL JURADO: LA HERIDA, Fernando Franco (España)
CONCHA DE PLATA AL MEJOR DIRECTOR: FERNANDO EIMBCKE , CLUB SÁNDWICH (México)
CONCHA DE PLATA AL MEJOR ACTOR: JIM BROADBENT, LE WEEK-END , (Reino Unido)
CONCHA DE PLATA A LA MEJOR ACTRIZ: MARIAN ÁLVAREZ, LA HERIDA (España)
PREMIO AL MEJOR GUIÓN: ANTONIN BAUDRY, CHRISTOPHE BLAIN, BERTRAND TAVERNIER, QUAI D‘ORSAY (Francia)
PREMIO A LA MEJOR FOTOGRAFÍA: PAU ESTEVE BIRBA, CANÍBAL (España-Rumanía-Rusia-Francia)
PREMIO HORIZONTES: O LOBO ATRÁS DA PORTA/ A WOLF AT THE DOOR, Fernando Coimbra (Brasil)
PREMIO NUEVOS DIRECTORES: HROSS Í OSS / OF HORSES AND MEN, Benedikt Erlingsson (Islandia – Alemania)
PREMIO IRIZAR AL CINE VASCO: ASIER ETA BIOK / ASIER Y YO, Amaia Merino, Aitor Merino (España-Ecuador)
PREMIO TVE OTRA MIRADA: JEUNE ET JOLIE, François Ozon (Francia)
Copyright foto Carmen Maura © Nacho López. Reservados todos los derechos
Copyright del artículo y resto de fotos © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos
Copyright cartel © Festival de San Sebastián 2013 Zinemaldia. Reservados todos los derechos