Charles Dickens (1812 - 1870) fue uno de los más importantes novelistas de la época victoriana, y hoy en día es destacado como uno de los más importantes escritores de la literatura universal. Nacido en el seno de una familia más bien humilde y trabajadora, con un padre acosado por las deudas y que llegó incluso a ser encarcelado por ellas, casi toda su formación fue autodidacta. No acudió mucho a la escuela, pero leía con voracidad todo libro que caía en sus manos. Cuando su padre pudo salir de la cárcel, la situación familiar mejoró un poco gracias a una herencia, pero el muchacho ya estaba entonces trabajando en una fábrica de calzado, en terribles condiciones laborales. Esta experiencia marcaría para siempre su vida, y muchas de sus obras. En gran parte de ellas, como su gran éxito Oliver Twist o David Copperfield, están protagonizadas por jóvenes huérfanos que pasan por situaciones similares, trabajando en condiciones prácticamente de esclavitud, y sin apoyo familiar o social. Luego, su situación suele mejorar, gracias normalmente a la ayuda de algún benefactor que se apiada del chiquillo, o de algún pariente que sale en su ayuda, siendo estos siempre personas ricas, gracias a cuyos recursos, el protagonista puede estudiar y adquirir la formación que le ayudará a ganarse la vida. Estas historias suelen terminar con el protagonista colocado más o menos en una cómoda posición social, con un buen empleo, una buena red social de amigos y familia, y en ocasiones, incluso habiendo encontrado el amor. En Literatura Inglesa, este tipo de novelas suelen llamarse Bildungroman, término que proviene del alemán, y que significa "novela de formación" (Bildung es formación académica, y Roman es novela en alemán) Este nombre proviene del hecho de que este tipo de novelas nos narran la formación y crecimiento del personaje principal, desde su infancia hasta el final de su juventud. Dickens publicaba estas novelas por entregas en periódicos y revistas famosos, como solían hacer los autores de la época, ya que así podían llegar a un público más amplio, puesto que no todo el mundo se podía permitir comprar libros. Ya más mayor, Dickens entró a trabajar como ayudante en un bufete de abogados, de ahí, poco a poco, llegaron sus primeras colaboraciones. Se empezaron a publicar sus primeras novelas, que en general, recibieron una gran acogida y buenas críticas, aunque no le faltaron algunas malas opiniones tampoco. En 1836 se casó con Catherine Thomson Hogart, y fueron padres nada menos que de una gran prole de diez hijos. De 1836 a 1839 trabajó como editor en Estados Unidos, y la década de los 40 le trajo su consagración como escritor de éxito, siendo ya aclamado como tal. Se le consideraba un escritor con un estilo social, con humor, pero no exento de crítica, y con gran sensibilidad. A partir de 1850, comenzó a sufrir una crisis personal a todos los niveles. Le agobiaba su éxito como escritor, su salud se resentía y su matrimonio se rompió (no había divorcio entonces, pero dejó de convivir con su esposa) debido a ciertas infidelidades de él con varias mujeres. Se rumoreaba que tenía algo con su cuñada Georgina, y también se le relacionaba con una actriz de teatro. Precisamente, con esa amante parece que viajaba cuando tuvo la suerte de sobrevivir a un grave accidente ferroviario, otra experiencia que usaría para escribir, pero de la que nunca se recuperó físicamente. Dickens murió en 1870, víctima de una apoplejía. Aunque su fama hizo complicado conseguirlo, su familia cumplió su deseo de ser enterrado sin grandes pompas y en la intimidad.
Bien, finalizada la biografía, os estaréis preguntando que tiene este autor inglés que ver con las entrañables fiestas que nos encontramos celebrando. Si os hacéis tal pregunta, es que no sabéis que Charles Dickens fue autor de uno de los clásicos que más se repiten por estas fechas: el archifamoso "Cuento de Navidad" (A Christmas Carol), que estoy segura que todos conocéis de sobra. ¿No os suena? Bueno, os brindo un resumen rápido. Ya es Navidad en Londres, y todo el mundo se afana para celebrarla. Pero esta fiesta supuestamente entrañable poco significado tiene para el viejo y avaro contable Evenezer Scrooge, que detesta la Navidad como nadie. A lo largo de esa víspera navideña, da claras muestras de su desdén por estas fiestas. Sus empleados se congelan a falta de carbón, pero él se muestra inflexible en no gastar más cuando su ayudante Bob Cratchit (un buen hombre y padre de familia) le expone la situación. Rechaza con igual dureza a dos elegantes caballeros que vienen pidiendo un donativo para obras de caridad. Y su respuesta a la invitación de su sobrino Fred (su única familia) a la fiesta de Navidad es "paparruchas". Nada parece calentar el frío corazón de Scrooge, ni transmitirle las buenas intenciones de las fiestas. Esa noche, como tantas otras, Scrooge regresa a su solitaria mansión, sin saber que le espera una experiencia que cambiará para siempre su vida. El viejo gruñón ve aterrorizado como se le aparece el fantasma de su fallecido socio, Jacob Marley, un hombre tan malvado y avaro como el propio Scrooge. Marley le cuenta que, por su codicia y maldad, ha sido condenado en el Purgatorio. Pero Evenezer aún esta a tiempo de eludir un destino semejante, si hace lo que debe y cambia. Marley le anuncia que esa misma noche, va a recibir la visita de tres fantasmas más, y que deberá prestarles toda su atención, y aprender las lecciones que estos espíritus tienen que mostrarle, o de lo contrario, se enfrentará a la condenación eterna. Tras el susto, Scrooge achaca la aparición a los nervios, o a la indigestión, cree que es solo cosa de su fantasía, e intenta volver a dormir. Pero no puede, porque enseguida, entra en escena el primer espíritu: el Fantasma de las Navidades Pasadas. Este lleva al viejo avaro a un viaje a su niñez y juventud, a cuando disfrutaba de las fiestas en familia, y a recordar a la chica de la que se enamoró por entonces, y con quien casi se casa. Scrooge llora al recordar como abandonó a aquella muchacha a la que amaba, y no se casó con ella por aceptar un trabajo en el que ganaría más dinero. Después de esto, llega el Fantasma de las Navidades Presentes, el cual muestra a Scrooge como están pasando las fiestas la gente que conoce. Le lleva hasta la fiesta de Fred, donde su sobrino y su joven esposa se divierten con sus amigos, y Scrooge siente deseos de quedarse y participar de la fiesta. Luego, le lleva hasta la casa de los Cratchit, donde la familia de su empleado celebra una sencilla cena navideña con lo poco que tiene. Scrooge se da cuenta de que ese trabajador al que trata tan mal tiene muchas bocas que alimentar, y en especial, se fija en el más pequeño de sus hijos, Tim, un niño enfermo y discapacitado, cuyo coraje y humildad ante la vida conmueven por una vez el duro corazón del viejo avaro. Finalmente, llega el Fantasma de las Navidades Futuras, el cual, de nuevo hace viajar a Scrooge en el tiempo, hacia adelante. De nuevo llega hasta la casa de los Cratchit, para comprobar con gran tristeza que el pequeño Tim ha fallecido. Pero no es el único: al parecer, en las calles, la gente habla de la muerte de un hombre al que nadie parece tener mucha estima. Todos hablan del finado como un ser despreciable y malvado. Intrigado, Scrooge pide al espíritu saber quien es ese pobre desdichado a quien nadie quiere, para poder evitar morir solo y odiado por todos, como él. Pero ya es tarde para eso: el espíritu conduce a Scrooge hasta el cementerio, donde le muestra, para su horror, que el muerto a quien todos desprecian es él. Scrooge implora una oportunidad de poder cambiar las cosas, y jura que, si le es concedida, será un hombre diferente, bueno y amable con todos, y honrará para siempre el espíritu de la Navidad. Mágicamente, se despierta a salvo en su casa, justo a tiempo de hacer esos cambios que ha prometido. Contento de tener esa oportunidad, Scrooge acepta la invitación de su sobrino a su cena navideña, da un generoso donativo a los caballeros que lo pedían, y obsequia a los Cratchit con un hermoso pavo para su cena. Se convierte desde entonces, como prometió, en un hombre generoso y bueno, en un segundo padre para el pequeño Tim (a quien salva de morir por su enfermedad pagándole los mejores médicos) y en el anfitrión que organiza las mejores fiestas de Navidad de toda la ciudad de Londres.
¿Ya os resulta más familiar? Seguro que sí, puesto que, como ya he dicho, es un clásico que no falta por estas fechas, desde que Dickens lo publicara por primera vez en 1843 nada menos. Y también por que hay multitud de películas que son adaptaciones de este famoso cuento navideño, o al menos, una adaptación de él. Sería imposible enumerarlas todas, pero haremos al menos, una pequeña lista con algunas de ellas, que seguro habéis visto y recordaréis.
CUENTO DE NAVIDAD DE LOS TELEÑECOS:
Los entrañables amiguitos creados por Jim Henson, en compañía del actor Michael Caine, adaptaron con gracia y dulzura este cuento, y con gran lealtad además hacia la obra original de Dickens. Caine hacía el papel de Scrooge, Bob Cratchit era Gustavo, Peggy su esposa, y como maestro de ceremonias, en el papel del propio Dickens, nada menos que el simpático Gonso. Una adaptación muy cuidada, con números musicales, a cargo de estos personajes que ya son conocidos y queridos por todos
LOS FANTASMAS ATACAN AL JEFE:
Bill Murray, que irónicamente, saltó a la fama gracias sobre todo a "Los Cazafantasmas", se encuentra aquí acosado por los espíritus que tratan de enseñarle el sentido de la Navidad. Una adaptación moderna y simpática del clásico, con un actor que tiene sin duda el cariño del público desde hace mucho tiempo
CUENTO DE NAVIDAD (ANIMACIÓN 2009)
En 2009 se estrenó una adaptación animada del cuento, con Jim Carrey como protagonista, entre otros actores famosos. No he tenido ocasión de verla, así que no sé si o no leal al texto original, pero he leído una mala crítica que comenta como los efectos especiales anulan un poco el factor emocional de la historia.
CUENTO DE NAVIDAD (TV MOVIE BRITÁNICA 1999)
Algunas adaptaciones del cuento fueron no para el cine, sino más bien para la televisión, muchas de las cuales son desconocidas, y otras famosas. Es el caso de esta, protagonizada por Patrick Stewart, actor clásico de tablas, pero al que los más frikis como yo conocemos por sus papeles de capitán Jean-Luc Picar en Star Trek, la Nueva Generación (serie que seguramente me animaré a ver en profundidad en algún momento) o el profesor Xavier en las películas de X-Men (papel que va a repetir el año que viene, en X-Men: Days of Future Past)
CUENTO DE NAVIDAD DE UNA DIVA:
En algunas ocasiones, esta de moda para adaptar cambiar detalles, como el sexo de alguno de los personajes. Es el caso de esta adaptación, protagonizada por Vanessa Williams, en la que ella es una versión femenina de Scrooge. En este caso, es una diva de la canción, que consiguió el éxito a base de pisar a los demás. Los papeles de Marley, el socio fallecido, y del buen empleado Cratchit, recaen sobre las que fueron sus compañeras de grupo (eran un trío, al estilo de otros famosos grupos de mujeres de color como las Supremes, TLC o Destiny's Child) Una de ellas, que falleció, es quien hace el papel de Marley, y advierte a la diva de la visita de los espíritus. Cratchit es su asistente y manager, al cuál, ella no trata demasiado bien, y que por supuesto, tiene un hijito enfermo. En lugar de Fred, esta la otra compañera superviviente del grupo. Una adaptación diferente, que vi de reojo algún año por ahí, y que no esta nada mal para estas fechas.
Esto es solo una pequeñísima muestra, que no cuenta por ejemplo, con la gran cantidad de series de televisión (principalmente, de animación o comedias) que tienen un especial navideño inspirado en este famoso cuento, o las múltiples referencias que hay de él en otros medios, como canciones o cómics. Espero, no obstante, que os haya gustado. Querría haber hecho la entrada ayer, coincidiendo con el día exacto de Navidad, pero me surgió un plan rápido de ir a jugar unas partidillas de rol con los chicos a casa de Isma, y aproveché para pasar un rato con mis amigos, jugar, y así saludarles y felicitarles la Navidad. Pronto nos volveremos a ver, así que espero que os quedéis, que habrá más y mejor aquí, en el blog. ¡¡Besitos, y felices fiestas a todos!!