TOAD ROAD (USA, 2012)
Dirección: Jason Banker
Reparto: Sara Anne Jones, James Davidson, Jim Driscoll
Sinopsis: James se despierta en medio del bosque, con solo un vago recuerdo de cómo llegó allí. Tiene flashbacks de su relación con Sara, una estudiante que ha iniciado un estilo de vida salvaje vinculado a las drogas junto a James y sus amigos. Sara comienza a experimentar con drogas psicotrópicas, y sugiere a Jason que ambos ingieran una gran cantidad de LSD y visiten “Toad Road” – un sendero al que se le atribuye una leyenda urbana.
Crítica: Quizás no representa claramente el tipo de película que uno se espera ver en un festival como NOCTURNA. Con la excusa de una leyenda urbana, esta cinta de Jason Banker se adentra en el terror y la pesadilla de caer en la trampa mortal de las drogas.
James es un músico que vive una vida salvaje probando todo tipo de drogas con sus amigos a los que le une poco más que noches de juerga. Cuando comienza una relación con la joven e inocente Sara deseosa de probar experiencias nuevas y compartir las locuras del grupo, James se ve obligado a aleccionar a Sara sobre los peligros de comenzar algo de lo que no podrá salir.
A pesar de que James intenta convencer a Sara de que está a tiempo de no convertirse como ellos, no parece que surja ningún efecto y Sara comienza a ver el mundo a través de las drogas de una forma distinta, estimulante, para ella esto es mucho más que algo para pásarselo bien.
El grupo de personajes protagonista no parece tener ningún objetivo, ni valor fundamental más allá que el de pillar un buen colocón por lo que es imposible poder conectar con estos. Sin embargo, el ritmo pausado y la sensación de conocer cómo va a acabar todo crea un ambiente incómodo.
El elemento fantástico de la obra proviene de una leyenda urbana, toad road, el camino del sapo. Un sitio en el que se dice se pueden encontrar las siete puertas al infierno. Sara está convencida de que la historia es real y que a través de las drogas será capaz de cruzar todas las puertas, aunque nadie ha pasado de la quinta. Cada puerta produce ciertos efectos en la persona que cruza, semejante al consumo de ácidos, estas siete puertas hacia el infierno son una metáfora poco sutil de la caída hacia el infierno de Sara y de cualquier persona que caiga en las redes de las drogas.