Aunque explicar desde este espacio virtual, el conflicto Palestino -israelí, que está más allá de lo religioso, lo político, de sus mismas fronteras e historia, una que no es ajena a los conflictos, que además es el relato de las diversas situaciones que dejaron los nacionalismos, expansionismos y pugna de las potencias entre el siglo 19 y las guerras mundiales, así mismo de los resultados de la Segunda Guerra mundial, sus geoestrategias, antisemitismo - histórico- y la división de un espacio territorial, tan antagonista, como su propia historia; por ende, aunque sin entrar en simplismos frente a un conflicto tan complejo y casi tan largo como la contradicción entre oriente y occidente, sus religiones y relaciones de poder, nos centraremos en varias miradas, en este caso desde la perspectiva de los pobladores palestinos, los civiles y sus voces, a los que sí se les podría denominar, la de "los elegidos", no en términos religiosos, sino de sus propias vivencias; a continuación vamos a analizar un par de documentales donde la premisa principal es la de una Palestina Libre.
Radiance of Resistance (2016)
Documental que inició como el registro del director creativo de Rise Up International Jesse Roberts, y que se terminó convirtiendo en la voz no sólo de las dos chicas protagonistas de este documental: Janna Ayad y Ahed Tamini, sino de la resistencia no violenta de las mujeres del pueblo palestino; con un tono periodístico y la inmediatez audiovisual nos acercamos al papel de dos niñas, que además de una resitencia pacífica se van a convertir en las voces de una problemática que está más allá de lo religioso y lo político, pero que se evidencia en una ocupación y desagrado por un pueblo, como lo podemos ver de primera mano en las grabaciones tanto del director como de las niñas; una de estas, simbolo de la reportería y el activismo, que dejan en evidencia el papel de los militares israelís, los colonos y a los pobladores palestinos, tanto en las protestas, como en sus vidas diarias.
Si la resistencia es: "la capacidad de oponerse a algo, o a una fuerza de oposicón", son estas niñas no sólo las figuras de la resistencia, sino los cambios sintómaticos de una sociedad, que debe estar siempre en contra de eso que oprime y que calla a las diferencias; idea que termina siendo muy bien adaptada por estas niñas, que tanto en lo musical, como en su activismo, representan.
Five Broken Cameras (2011)
Este renombrado y multipremiado documental, podría tener una de las premisas más sólidas del audiovisual de no ficción, y es que la cámara es una de las "armas" más fuertes no sólo para documentar la realidad sino como soporte de la brutalidad, en este caso la ocupación israelí en Palestina, como lo afrontan en codirección Emad Burnat y Guy Davidi, el primero protagonista, camarógrafo y granjero palestino, quien registró no sólo su vida sino al conflicto en primera persona, y Davidi documentalista israelí, quien le da forma y estilo a este trabajo en el que Burmat, al comprar una cámara para registrar a su familia, la convertirá en una herramienta de resistencia, tanto de su pueblo, de las protestas, sus amigos cercanos, y con cada grabación, de él mismo.
Este documental con tintes de "cine diario", no sólo es un inteligente ejercicio como testimonio de la ocupación israelí, en un principio con las excavadoras para alzar un muro y aislar a los palestinos de sus tierras legítimas - en este caso el pueblo de Bi´lin-, y más adelante con las violentas represiones del ejercito israelí; sino que es una apuesta a convertir la cámara de video, es una especie de escritura del yo, es decir, un trabajo audiovisual visto en "primera persona", que de forma paralela, nos muestra su vida y la de su familia así como la brutalidad de los colonos y el ejercito isarelí, tanto así que el nombre que da al documental, se debe a sus 5 camáras destruidas por dicho ejercito, cada acto más violento y peligroso para el camarógrafo.
Aunque el trabajo no va a escapar del activismo político y menos al audiovisual, tanto Burnat como Davidi han trabajado en diversos medios audiovisuales, esta dupla, además de unir a dos pueblos enfrentados históricamente, ahondan en esa capacidad que tiene el cine de revelarnos que nuestras realidades cercanas son los documentos más universales.
Tears of Gaza (2010)
El más radical de los tres documentales es éste trabajo de Vibeke Løkkeberg, actriz y cineasta noruega, quien con un estilo crudo nos imbuye en la brutalidad del genocidio a la población civil libanesa, en este caso, lo que se denomina la franja de Gaza; la cineasta noruega, dirige este documental anti belicista en el que la mirada de un grupo de palestinos, niños principalmente, no sólo nos recuerda el absurdo de la guerra sino sus consecuencias; así mismo la noruega hace constantes paralelismos entre el país árabe de pocos meses atrás y el momento que están viviendo, donde la destrucción, muerte y desazón son constantes; la directora no se reserva la censura, y nos muestra además de los bombardeos, las ofensivas militares, así como la muerte en primer plano de mujeres, niños y de la población en general.
El estilo, tan periodístico como de reportería de guerra, no intenta ni ser reflexivo o esconder su activismo, más que político, uno absolutamente humano, en el que un ejercito destruye sin miramientos edificaciones, poblaciones y el espíritu de una nación; el documental con una estructura cíclica, en la que el borde del mar, es el reflejo o el tránsito de la destrucción; el documental que cuenta con la música de Lisa Gerard - Dead Can Dance-, es, en cierta forma un catalizador de la brutalidad reflejada en dicha obra. Un documental tan díficl como necesario de ver, y entender o por lo menos aceptar, el genocidio, la irracionalidad de un gobierno e ideología, que ha pasado al ocupacionismo y la limpieza étnica.
Conclusión
Tres documentales - que pueden aumentar- en los que la infancia es protagonista, y que han vivido lo más cercano al Apocalipsis bíblico; igualmente, obras en las que prima el activismo, y que sí bien sólo hay un punto de vista, el palestino, tampoco se puede negar, que éstos son los que han sido silenciados, apocados y muchas veces oscurecidos por los medios principales, y por la política israelí - o sionista para ser más claros-, con una clara ocupación de sus tierras, cultura y como hemos visto en estos trabajos, hasta de su propia humanidad.