Después de mucho tiempo leyendo y viendo cosas de vegetarianismo-veganismo, he decidido aportar mi granito de arena. Mi vuelta de tuerca. Primero para dar mi opinión, para ayudar a difundir información y para dar algunos consejos sobre alimentación.
Como hay mucho tema por delante, he decidido hacer una entrega semanal. No sé durante cuánto tiempo. Lo que dé de sí.
Soy vegetariana y como un poco de queso, pero no cualquier queso tampoco. Suele ser de procedencia artesana, de leches eco, o similares, con su aquel. He desterrado leche, mantequilla, yogures prefabricados, y un larguísimo eccétera. Tomo también un poquito de ghee de vez en cuando, pero siempre de mantequilla eco, y sin pararme a pensarlo demasiado. Sino tampoco lo tomaría. Pero al ser mantequilla clarificada es muy muy beneficioso.
Enfín, no soy la típica vegetariana que cuenta los años-días-horas-minutos-segundos que llevo siéndolo, por que lo tengo tan integrado y asumido que ya ni lo pienso, pero hace bastantes años. Y no es por que no me gusten la carne y el pescado, por que me encantaba la "chicha" en (casi) todas sus variantes. Me metía entre pecho y espalda unos entrecots al roquefort que no veas... Pero empecé a hacer un proceso natural hacia el vegetarianismo hace tiempo. Y cada vez más consciente y radical. Y más documentado.
¿Mis motivos?
El primero y más importante es que soy una enamorada de los animales. Desde siempre. Mi madre a menudo cuenta que con apenas un añito ya acariciaba a las hormigas diciendo "bapa, bapa" (guapa, guapa).
Mi vocación de toda la vida, hasta hace unos años, era ser veterinaria. De hecho, estudié dos años.
De pequeña (y no tan pequeña) me pasaba el día recogiendo animales (tengo un extraño imán interior que hace que cualquier bicho necesitado acabe llegando hasta mí), curándolos, cuidándolos, etc.
Había muchas carnes ya que no comía nunca por que me daba pena, rabia y/o había tenido alguno como mascota o rescatado: conejo, pato, potro, ciervo y toda la caza en general,... Creo que de hecho sólo comía pollo, cerdo, algo de ternera y, un par de veces al año, cordero.
Y no sé muy bien cómo, empecé a leer, ver reportajes, buscar información sobre como viven y son explotados los animales para consumo. Decidí que yo no quería formar parte de eso de ninguna de las maneras. Así que dejé de comer carne.
Incluso antes que la carne eliminé de mi dieta la leche. El tema de las lecheras es brutal... Y cuando te das cuenta de todo lo que lleva o se hace con esa leche resulta impactante.
Cuando empiezas a ser consciente de lo que representa comer carne, de lo que significa que en tu plato acabe un pequeño trozo de animal, a mí por lo menos, se me pasaron de golpe las ganas de seguir comiéndola.
Así que fuera leche y carne (y sus derivados). Entonces empecé a leer sobre el pescado. Ya hacía muchos años que no comía atún, por la manera de pescarlo, y la destrucción de los océanos y otras especies que conlleva. Y enseguida llegó el tema de los metales pesados. Pues fuera pescado también.
Mas tarde, al estudiar Ayurveda, aún encontré más motivos (próximo post).
Y sinceramente, estoy muy contenta de ser vegetariana. Y orgullosa. Físicamente me encuentro mucho mejor, estoy mucho más sana, vital. Soy mucho más consciente.
Tampoco compro pieles. Ni cosméticos testados en animales.
Hasta donde puedo me gusta comprar cosas bio, eco, naturales, al pequeño artesano/productor, etc. No soy una radical tampoco, simplemente intento con pequeños gestos ayudar en lo que pueda y además vivir mejor.
Y en las próximas entregas:
- el prana de la carne y el vegetarianismo, según el Ayurveda.
- cómo viven los animales en las explotaciones ganaderas.- cómo iniciar el proceso hacia el vegetarianismo.
- los imprescindibles en una dieta vegetariana y vegana.
- consejos para una alimentación vegetariana-vegana sana y equilibrada.
- los niños y la dieta vegetariana.
Porque no sólo por no comer nada de origen animal, se está mas sano. Hay que saber comer.