Sin embargo, en otras comenzamos a ver desperfectos y debilidades, haciendo que nuestro propio concepto se vea distorsionado, acompañado de un sentimiento de desánimo, tristeza e incluso enojo con nosotros mismos. Ahora bien, nuestros hijos son nuestro reflejo, por tanto, si lo que observas en ellos te gusta, ¡felicidades! Vas por buen camino. En cambio, si lo que estás viendo, te duele, te incomoda o no estás del todo conforme, ¡Cuidado! ¿De qué depende? Del trabajo interior que hayamos hecho o que estemos haciendo con nosotros mismos; de compartir lo que somos y lo que tenemos con las personas que rodean; de lo que sucede en nosotros mismos y proyectamos a los demás. En resumen, de nuestras ACTITUDES.
ACTITUDES QUE SABOTEAN QUÉ ENCUBREN ACTITUDES QUE NOS ABREN AL CAMBIO
DISTANTE: frío, indiferente, altanero. Miedo al rechazo o a ser lastimado Necesitamos a los demás, su cercanía.Compartir con otros los dones y talentos.
ENOJO: disgusto, molestia Miedo, culpa, dificultad para decir “no” o imponer límites, necesidad de manipular al otro, imposibilidad de perdonarnos a nosotros mismos Es una decisión enojarse o no. Identifica la causa y después perdona y cede.Resistir a reaccionar ante impulsos
APATÍA: falta de interés por todo y todos, sin preocupaciones, sin intereses, (yo-yo) Monotonía, encerrarse en uno mismo para no ser rechazado, desesperanza Reconocer nuestras necesidades y darles nombre para posteriormente reconocerlas en los demás y poder interesarnos en ellas.
CRÍTICA: murmurar Mediante el orgullo trata de cubrir nuestras propias debilidades, es una forma de atacar indirectamente Enfocarse en las actitudes y acciones positivas de los demás. Ser propositivos y abstenerse de hacer comentarios.
ENVIDIA: deseo de hacer o tener algo que otra persona tiene o hace No darle importancia al éxito de otra persona; hipocresía al menospreciar algo que quisiéramos nuestro; insatisfacción propia Cultivar la humildad, ofrecer amor incondicional para todos (lo merezcan o no), pudiendo ganar en gozo y satisfacción, algo que recibirás de vuelta.
Recuerda, los hijos hacen lo que ven que tú haces. El ejemplo arrastra. ¿Qué es lo que tú ves cuando te reflejas en el espejo de hijos?