Que la curva no agarre el espanto,
Que el perdón se atrape en tu piel,
Que el dolor no sea de antaño,Que el adiós sea solo de él.
Que esa marca sea solo sonrisa, Que el volumen sea alto esta vez.
Que amarte sea sin prisa.
Y que tu cuerpo sea vida sin sed.
Por: Shabely Botello Rodríguez
La Habana
(en la casa de Lezama Lima)Qué impresionante silencio en la angosta saleta,
en el exacto lugar donde la voz atronadora
reclamaba cada tarde su café, en fina taza china,
colado y servido con amor de madre. Remedio certero
para aplacar el ritmo entrecortado, entre risotada y risotada,
y recomendar a Góngora, leer cada día a los franceses,
los de la rosa. Adorando a Casal, maldiciendo a Virgilio,
logró ensalzar las sombras ante la oscura ventana,
oh los mayas, Ariosto, la impertérrita herencia española.
La ventana ahora clausurada es un tokonoma del vacío.
Por: Rodolfo Häsler