Ayer fue un día de otoño en julio. Hoy parece que ha regresado Lorenzo, aunque, la verdad es que, no me importaría que volvieran las nubes algún día más, de vez en cuando se agradecen días como el de ayer y es que estamos bastante faltos de agua por tierras mediterráneas.
Lo malo de días como ayer es que tu hijo decida prepararse él solito un bibe con cereales o una playa artificial en la cocina....todo eso sucedió en un segundo, mientras preparaba la carne con verduritas y tomate para la pasta del día siguiente...en fin, para reírse un rato y limpiar después de disfrutar de la arena-cereal(esta si que es comestible jijiji...)
Esta que os traigo hoy es una receta simple, rápida y sana que se te ocurre en un día horroroso de lluvia como el de ayer. De vez en cuando le damos uso al Lekue, no me apetecía la ensaladilla rusa que había preparado el día anterior, quería algo diferente y comer huevos de dos yemas(los compra mi madre en el mercado y están riquísimos)con espinacas. Aquí os dejo la recta fácil.
INGREDIENTES (1 Persona)
- Un puñadito de espinacas congeladas o si las tenéis frescas mejor (en este caso tendréis que prepararlas un poquito antes)
- tres cucharadas de tomate frito
- una loncha de queso sin lactosa(para los que no tengáis intolerancia el queso que más os guste, no estaría mal un poco de queso curado rallado por encima)
- un huevo de dos yemas
- sal
- escamas de sal de Ibiza con aceitunas negras
- aceite de oliva
- orégano
RECETA
- Ponemos las espinacas cocidas en la base.
- Añadimos tomate frito con un toque de orégano y la loncha de queso por encima.
- Rompemos el huevo y lo echamos por encima, añadimos sal y un hilito de aceite de oliva.
- Cerramos el estuche y al microondas a máxima potencia durante unos 2-3 minutos, depende del micro de cada uno. Tendréis que ir controlando el corto proceso de cocción de este plato.