Lo primero quería agradecer a todos vuestras muestras de apoyo y mensajes de ánimo. He estado muy desconectada del blog, de facebook y de todo lo referente al ordenador. No tenía nada de ganas, pero ya, visto que la situación no va a mejorar, he de retomar mis cosas y seguir haciendo lo que me gusta. Siempre estoy contenta y tengo buen humor, soy optimista pero esta situación me ha superado, el parkinson es una enfermedad neuronal horrible que anula fisicamente a la persona mientras el enfermo se da cuenta completamente de lo que pasa y escucha a su alrededor y ver como sufre mi padre es que se me parte el alma.
En fin, pasemos un poco de estas malas cosas y vámonos a la cocina. He preparado una pasta con hojas de espinaca fresca que se hacen en un momento y le dan un sabor fantástico. Por otra parte, los tomates secos metidos en aceite de oliva con romero y tomillo cogen un sabor exquisito que luego pasa a los guisos.
*Con estas cantidades sale para tres personas
INGREDIENTES
-medio paquete de los de medio kilo de espirales de pasta
-de una bolsa de hojas de espinacas frescas, la mitad
-ocho o diez mitades de tomates deshidratados en aceite de oliva
-queso parmesano recién rallado
-dos hojas de laurel
-aceite de oliva y sal
PREPARACIÓN
En una cazuela grande poner abundante agua con dos hojas de laurel a cocer y la tapamos. Cuando empiece a hervir echamos como dos cucharadas soperas de sal y echamos la pasta. Movemos bien para que no se pegue y dejamos cocer hasta que esté “al dente”, esto es que quede un pelín entero, porque si queda un poco blando se pasa, se rompe la pasta y no está buena. Una vez que esté cocida al dente la echamos en un escurridor en la pila. Reservamos.
Ahora preparamos el sofrito. En una sartén amplia ponemos tres cucharadas de aceite (puede ser del tarro donde están macerados los tomates, pues tiene muy buen sabor), y echamos los tomates cortados en trocitos con la tijera. Dejamos sofreir un par de minutos y movemos con la cuchara de madera.
Ahora incorporamos las hojas de espinaca. Al principio parece que abultan mucho pero enseguida bajan con el calor quedándose casi en nada.
Movemos bien. Mirad como han reducido.
Ahora echamos la pasta.
Damos unas vueltas para que se mezcle todo bien, espolvoreamos orégano y queso parmesano rallado y movemos.
Servimos inmediatamente. Cuando esté servido en el plato echamos aceite de oliva virgen extra en un hilo.