Hoy, pensándolo a toro pasado, me quedo tan ojiplática como en el emoticono... Pero en ese momento, inocente de mí, pensaba que, al igual que en cualquier otro ámbito de la vida, quien emite ese tipo de opiniones sobre un tema es porque realmente lo sabe y lo conoce. Y, como consecuencia lógica, pensaba también que quien no tiene ni idea del tema se callaría, se abstendría de opinar o, como mucho, te derivaría al profesional correspondiente. Lo dicho, mera ilusión.
Pero es que unas semanas más tarde con un dolor horrible de muelas tuve que ir a hacerme una endodoncia. De nuevo, el auxiliar de clínica que trabajaba con el dentista (que el ilustre señor ni se molestó en decir nada al respecto) me aseguró, una vez terminada la intervención, que normalmente recetaban a los pacientes de endodoncia antibióticos y analgésicos... "Pero como tú estás dando el pecho no puedes tomar nada" 0_0
Ojiplática me quedo de nuevo al recordarlo, pero en ese momento me lo creí al pie de la letra. He de decir que suficiente tenía con no morirme de dolor de muelas y no le di más importancia. Pero ahora cada vez que me acuerdo se me revuelven las tripas.
Lactancia y medicamentos
¿Y a cuento de qué viene todo esto? A que hoy mi marido me enseñaba una hoja que le habían dado en el hospital respecto a una nueva medicación que va a tomar para su enfermedad. Él tiene espondilitis anquilosante, pero el medicamento en cuestión se usa también para tratar enfermedades como la artritis reumatoide... La historia es que en una bonita hoja elaborada por los profesionales del hospital pone que no se debe dar el pecho mientras tomas la medicación.
Y para subrayar el consejo idiota de la semana, ya se
encargan de ilustrar la tontería con una señora dando el pecho.
- Nulo o ínfimo paso a la leche por su elevado peso molecular. Es decir, que no pasa a la leche. Pero es que lo poco que pasara
- No es absorbible por vía digestiva por su estructura proteica.
Vamos, doble ignorancia, que ni de coña pasa a la leche materna y aunque pasara no se absorbe por vía digestiva. Pero los "profesionales" de ese hospital se permiten el lujo de aconsejar a las madres que no den el pecho cuando toman el medicamento, dejando a la madre frente a una espada de Damocles absurda:
- O no se medica para su enfermedad, con el consiguiente dolor y malestar constante y evidente.
- O abandona la lactancia para poder medicarse.
Aparte de la indignación que me causa encontrarme prácticamente a diario con este tipo de situaciones (quien me siga en Twitter verá que afirmaba indignada que si me dieran 5 céntimos por cada una de estas burradas me ganaba un sueldo presidencial), esto me recuerda otra de las herramientas más potentes para garantizar el éxito de la lactancia:
Espíritu crítico
No te creas nada de lo que te digan, porque lo diga o lo escriba un señor con bata blanca. Pero todavía más allá. No te creas nada al pie de la letra porque lo leas en este blog o en cualquier otro. Busca, documéntate, infórmate. Hoy en día, con Internet, ese gran poder, esa gran herramienta, está al alcance de cualquiera. Deberíamos dejar de creernos las cosas a pies juntillas, porque las diga alguien con una bata blanca (ya sea reumatólogo, pediatra, dentista, farmaceútico o parafarmaceútico), porque lo diga Carlos González, Eloísa López o Perico el de los Palotes.
La lactancia es un buen punto de partida para empezar a ejercer el espíritu crítico. Por la gran desinformación que abunda al respecto. Por los mitos transmitidos por madres, suegras, vecinas del quinto, carniceras y polleras, pero también por los malos consejos que dan supuestos profesionales o incluso asesoras de lactancia. Desconfía de las respuestas tipo para todo, de las personas que no te dan opciones, de los que te invitan a creerlos a pies juntillas sin buscar alternativas o segundas opiniones, de las verdades absolutas. Desconfía y busca tu propia verdad, tratando de encontrar fuentes fiables de información contrastada (www.e-lactancia.org es un buen ejemplo para todo lo que se refiere a lactancia y medicamentos) y siguiendo tu propio camino.
Te funcionará con la lactancia, pero con muchas otras cosas en tu maternidad (sueño, alimentación, nutrición, etc.), pero también en muchos otros ámbitos de tu vida.
Y como esta Semana Mundial de la Lactancia Materna estoy especialmente inspirada y este es mi segundo post de la semana, os recuerdo todo lo que he/hemos preparado para celebrar con vosotras esta conmemoración:
- @1maternidad responde. Desde el 1 hasta el 7 de octubre, estaré por las tardes (de 17:30 a 19:30 en Twitter respondiendo vuestras preguntas sobre lactancia materna. Tan solo tenéis que enviármelas a mi perfil en twitter e intentaré darles respuesta lo más rápidamente posible (dadme un poco de cuartelillo durante el fin de semana).
- Descuento del 10% en www.ohlaluna.com, www.monitosyrisas.com y www.culitosdetela.com en todos los accesorios para la lactancia (de Medela y otras marcas), así como en nuestra línea de ropa para lactancia (sujetadores, discos, camisetas, camisones, etc.). Para beneficiarte de este descuento tienes que introducir el cupón LACTA10 al formalizar tu compra.
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- Ambos descuentos son válidos desde el día 1 hasta el 7 de octubre.
- Participamos, igual que el año pasado, en la Fiesta de la Lactancia, que tendrá lugar en el Parque Ferial Juan Carlos I, de 12 a 16 horas, el domingo 6 de octubre. Como Oh! la luna, llevaremos una mesa con dibujos de lactancia para que los peques se puedan entretener coloreando y, además, sortearemos un lote de productos de Weleda y una mochila Emeibaby. Puedes ver toda la información en estos dos eventos de Facebook: