Tenía que pasar y pasó.
En ese “tinglado de la antigua farsa” que es la política española, un político tenaz y con muy pocos escrúpulos ha tumbado a otro político más veterano, aparentemente menos ambicioso, pero dubitativo, irresoluto y rendido a la pasividad.
Ha sido el triunfo de la ambición desmedida de poder a cualquier precio frente a la vergüenza de los abusos y corrupciones de toda clase, que han defenestrado al líder. Sumado ello a la ciego y temeraria confianza en el devenir de los tiempos.Muy a la gallega.
Muy felices se las prometía el Partido Popular cuando consiguió el apoyo del Partido Nacionalista Vasco a sus Presupuestos Generales, a cambio de una generosísima concesión de fondos y ventajas para el País Vasco.
Era un remedo de la historia de Esaú y Jacob, porque por el “plato de lentejas” de la aprobación presupuestaria, el partido gobernante cedió en sus principios y regaló descaradamente ofendiendo a las comunidades autónomas no favorecidas.
Y esa misma historia ha vuelto a repetirse, pero ahora para lacerar las carnes, las posibilidades, del partido gobernante, porque los vascos, tan suyos ellos, han dado su apoyo a un temerario aspirante a presidente del gobierno, cuyo partido ha vendido sus posibilidades por el “plato de lentejas” del sillón presidencial.
Sobran los calificativos y faltan los lamentos ante tan esperpéntica realidad de la vida política española.
El gobierno ha caído, fruto de los muchos errores y hasta delitos cometidos por algunos de sus integrantes y los militantes del partido que lo sostenía, cuando gestionaban la cosa pública. Pero también por su timorata inacción y la falta de perspicacia ante la realidad social.
Ahora bien, aquello de “a rey muerto, rey puesto”, no vale para nada. Porque el presidente “entrante”, salvo que acredite valores esenciales que hasta el presente no ha evidenciado, solamente aparece como un maniobrero muy tozudo a quien el ansia y la ambición de poder marcan su trayectoria, sea cual sea el precio a pagar.
Hoy no es un buen día para el pueblo español, porque aunque los socialistas y los de izquierda se regocijen con la caída del gobierno conservador, se va a producir la paradoja de querer conducir la nación por derroteros (los presupuestos) marcados por otros. Y condicionado todo ello a las ideologías y avidez de poder, de unos partidos comunista (Unidos P(j)odemos, Compromís, etc.), independentistas/nacionalistas/secesionistas (catalanes, vascos, canarios), más el veleidoso y oscilante partido de Ciudadanos, que no es ni carne ni pescado, y que acabará “vomitado” de la escena política porque le ocurrirá como ya vaticinó el Apocalipsis: “Porque no eres ni frío ni caliente te vomitaré de mi boca”
En fin, que nos guste o no se nos va a instaurar lo que Luis María Anson vaticina con su certera prosa en “El Imparcial”: El Frente Popular.
No el de 1930 y pico, sino el de 2018, que es peor, porque en su seno todos se venden a todos y todos se enfrentan con todos. Con el enorme riesgo de que la convivencia democrática se quiebre más aún.
Ojalá no vuelva la vieja historia de “las dos Españas”. Y menos convertida en “las muchas exEspañas”.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
Revista Opinión
Esta España nuestra: la moción de censura socialista elimina el gobierno del PP y Rajoy.- Esaú se ha vendido varias veces por un plato de lentejas
Publicado el 01 junio 2018 por SalpebuSus últimos artículos
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