"Digo yo que mañana, ¿qué susto nos darán los políticos a los sufridores...?
¿Que ya no hay para más....?
Pues es verdad; no había yo caído en eso...."
(Francisco Baena Bocanegra, en Facebook)
El insigne jurista y académico, ilustre Abogado, el sevillano Francisco Baena Bocanegra, mi querido amigo y compañero de profesión y hasta de grado militar, con la espontaneidad que le caracteriza ha puesto el “dedo en la llaga” con el comentario que recojo de inicio. Habrá comprobado el lector asiduo que desde que en España ni tenemos gobierno ni los partidos son capaces de entenderse para constituirlo, prácticamente he dejado de escribir y comentar sobre el devenir político en nuestra nación. En parte porque todo lo que se nos ofrece es absolutamente provisional, transitorio, volátil; y en parte también porque el acumulo de personalismos y egoísmos que todos los dirigentes políticos han desplegado solamente denota una inmadurez política y una falta de responsabilidad que raya en la temeridad. No voy ahora a repetir lo que hacen unos y otros, que con ninguno de ellos me caso, pero sí, al hilo de las reflexiones/comentarios de Baena Bocanegra, doy por adelantado que los ciudadanos de a pie somos, sin duda, los “sufridores” de la caterva de personajillos que se han incrustado en la política, para intrigar, intoxicar, estorbar, pontificar y, si pueden, robar lo que su corrupto ánimo les permita.Y en cuanto a la interrogación de “¿Ya no hay para más?”, solamente hallo respuesta válida en muy pocos políticos, que luchan por salvar una situación de ingobernabilidad, dañina para la vida nacional y especialmente para la economía.Porque las fuerzas emergentes han evidenciado su poco calado operativo, pretendiendo erigirse en detergentes purificadores e la vida pública, cuando carecen, o de la más mínima ética, en unos casos; y en otros, de la mínima experiencia. Y los grupos políticos “de siempre”, pues son…lo de siempre.¡Ya no hay para más!, coincido con Paco Baena Bocanegra. El problema es que los ciudadanos ni siquiera nos hemos percatado de ello, y seguimos confiando en quienes solamente sirven para decorar y hacer más folklórica, faldicorta y zaragata, esta España nuestra, que de la camisa blanca de la esperanza ha pasado a la “santa siesta” del gobierno en funciones, que se perpetúa y que además “no funciona”. Verás, amigo Paco, que si caemos en la realidad, nos entran ganas de irnos a vivir “a la ermita”.SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
Revista Opinión
Esta España nuestra: Nueve meses de erial, que no dan para más
Publicado el 21 septiembre 2016 por SalpebuSus últimos artículos
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