Chaves es una ciudad portuguesa en el Distrito de Vila Real, Região Norte y subregión do Alto Trás-os-Montes, con cerca de 19 300 habitantes.Es la sede de un municipio con 590.42 km² de área y 44 186 habitantes (2006), subdividido en 51 freguesias. El municipio está limitado al Norte por la provincia española de Orense (Galicia), el Este por los municipio de Vinhais, al Sureste por Valpaços, al Sudoeste por Vila Pouca de Aguiar y al Oeste por Boticas y Montalegre. También es conocido por ser el lugar de origen del Chaka Chabis. La ciudad de Chaves se encuentra situada junto al río Tamega.… La Serra do Gerês (en gallego, Serra do Xurés) es una sierra con la segunda mayor elevación del Portugal Continental. Tiene su cumbre en 1548 msnm de altitud (Pico da Nevosa, en la frontera con Galicia), según el Instituto Geográfico do Exército. Forma parte del sistema montañoso de Peneda-Gerês. El macizo de la sierra de Gerês está incluido dentro del Parque Nacional de Peneda-Gerês. En esta sierra se encuentra el Alto do Borrageiro, con 1.430 metros de altitud.
…Montalegre es una villa portuguesa en el Distrito de Vila Real, se ubica dentro de la Região Norte y subregión de Alto Trás-os-Montes, con cerca de 1 800 habitantes.Es la sede de un municipiocon 806,19 km² de área y 12 762 habitantes (2001), subdividido en 36 freguesias. El municipio limita al norte con España, al este con Chaves, al sureste con Boticas, al sur con Cabeceiras de Basto, a sudoeste con Vieira do Minho y al oeste con las Terras de Bouro.
El concelho de Montalegre es uno de los dos concelhos de Barroso. Un poco más del 26.26% de la superficie del concelho forma parte del Parque Nacional da Peneda-Gerês, siendo de los concelhos que lo integran el que contribuye con la mayor área para el Parque (21 174 ha, o 211,74 km²).…Pitões das Júniases una freguesia portuguesa del concelho de Montalegre, con 36,89 km² de superficie y 201 habitantes (2001). Su densidad de población es de 5,4 hab/km². (Freguesía= feligresía o parroquia, división administrativa de los municipios portugueses)
Patrimonio
- Mosteiro de Santa Maria das Júnias (iglesia y ruinas) Patrimonio Nacional
- Igreja de São Rosendo (iglesia)
- Capela do Anjo da Guarda (capilla)
- Capela de São João da Fraga
- Cascata de Pitões das Júnias (cascada)
En la ruta hallamos un pequeño restaurante muy sencillo, en el que entremos con la pretensión de “comer lo que sea”, y nos hallamos con la grata sorpresa de que el plato del día (prato do dia) era el frango ao churrasco (pollo al churrasco), que es el pollo asado al carbón previo pintarlo con salsa de piri-piri (cayena) y que brinda un sabor delicioso. Devoramos una generosa ensalada y una amplia bandeja de ese frango, con guarnición de deliciosas patatas y sabroso arroz blanco, llevándonos la sorpresa de que tan estupenda comida nos costó ¡seis euros por persona!Tras el necesario “cafezinho”, proseguimos por la serra do Gerês hasto la zona de los “Pitoes das Junias”, que así sellama por las destacadas protuberancias montañosas que semejan dos erguidos y turgentes pechos de jóvenes, y en cuyo derredor se establece una curiosa vegetación de montaña seca, pese al río, y hay cascadas muy bellas. Desde la sierra, lo oportuno era regresar a España por una carreterita local que llegaba hasta el embalse de Salas, del río Limia, siguiendo más o menos éste para entrar en Xinzo da Limia, una villa poblada y con historia, aunque seguimos hasta Verín, en cuya población hallamos con muy poca vida y nos pareció bastante abandonada, según se nos comentó por el bajón económico que había supuesto años atrás la puesta en uso de la autovía A-52, dejando con poco uso la N-520, que cruzaba la villa y entroncaba con el acceso a Portugal.Ya desde Verín, en parte por la N-520 y en parte por la A-52, alcanzamos A Gudiña, desde donde regresamos hasta Manzaneda por el camino ya tan conocido, entrando con satisfacción al Pazo da Pena, en el que descansamos en el salón del mirador, tomando un parco piscolabis y yendo al rato a reposar después de los casi quinientos kilómetros que habíamos recorrido por carreteras de montaña en una buena parte. Pero ya teníamos el bacalao y habíamos cubierto otra etapa de las pretendidas. Había que descansar bien, y a fe que lo hicimos, porque el siguiente día ya nos esperaba el río Sil y la visita a sus cañones. Casi nada.SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA