El mejor de los casos, en términos de retorno de la inversión, sería si los cristales producidos en el espacio se utilizaran para diseñar un medicamento superventas que funcionara de forma precisa con esas proteínas, añadió Petsko.
"No he visto hasta ahora ninguna estructura realmente importante que sea requiera necesariamente el uso de la estación espacial para su crecimiento, y hay un montón de estructuras producidas ahí arriba", señaló Petsko.
Un ejemplo de una ciencia espacial: La máquina IVGEN, una unidad de filtrado de agua para purificar el agua en el espacio. Crédito: NASA / Philip Scarpa
Incluso si la estación produjera nuevas estructuras cristalinas importantes, el costo por cada una de ellas sería astronómico, añadió Petkso. "Si asumimos que el 2% del coste de la estación espacial se haya dedicado a esta rama de la ciencia, estaríamos hablando de un gasto de 1000 millones de dólares con poco o nada que justifique este gasto hasta ahora."
Por esa cantidad de dinero, dijo, la NASA podría haber financiado el trabajo de 1000 científicos en la Tierra durante cinco años.
"¿De verdad crees que esto habría producido menos resultados científicos importantes de los que han salido de la estación espacial?" Petsko dijo.
Naturalmente, Tara Ruttley, científica del programa científico asociado de la NASA para la Estación Espacial Internacional, comentó que ve las cosas de manera diferente. "Creo que aquellos que son pesimistas no nos han dado la oportunidad, no nos han dado tiempo suficiente para demostrar lo que podemos hacer", afirmó Ruttley.
Un obstáculo para hacer mucha más ciencia han sido las tareas ensamblaje de la estación.
En febrero de 2010, el transbordador Endeavour entregó los dos últimos habitáculos de la estación, y así completar básicamente el proceso de ensamblaje. Desde marzo de 2009 se ha contado con una tripulación de seis personas, en contraste con la tripulación de dos o tres miembros que estaban disponible anteriormente.
"Ahora estamos avanzando para enfocar todas nuestras energías en hacer ciencia. En el pasado hemos tenido que ajustrarnos a el proceso de ensamblaje. No teníamos los medios disponibles, y la tripulación estaba siempre ocupada."
Aun así, Ruttley señala algunos éxitos, como un proyecto en desarrollo en el que bacterias que causan enfermedades son llevadas a la estación por lo que su comportamiento puede ser observado en condiciones de microgravedad.
En 2008, los científicos de la NASA informaron que las bacterias de salmonela se hicieron más infecciosas en el espacio. Una compañía llamada Astrogenetix es el desarrollo de una vacuna contra la salmonela realizada a partir de este descubrimiento.
Aunque las bacterias se cultivaron a bordo del transbordador, no de la estación espacial, Ruttley afirmó que las primeras etapas del proyecto exigieron el uso de la estación.
Otros proyectos recientes se centran en la eficiencia de la transferencia de calor en gravedad cero, que Ruttley dijo podría ayudar en el diseño de sistemas de refrigeración para futuras misiones espaciales.
En total, se han desarrollado en la estación espacial más de 400 experimentos científicos en campos como biología, fisiología humana, física y ciencias de materiales, ciencias de la Tierra y ciencia del espacio durante la última década.
Continuará...
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