Un estallido de rayos gamma proveniente de una estrella agonizante en una galaxia distante ha batido un récord y ha sorprendido a la comunidad científica. El estallido, catalogado con el nombre de GRB 130427A, produjo la radiación electromagnética con el nivel energético más alto de todos los estallidos conocidos de rayos gamma.
A las 3:47 EDT de la madrugada del pasado 27 de abril, el sistema de vigilancia de estallidos de rayos gamma que posee el Telescopio Espacial Fermi de rayos gamma, de la NASA, se activó a plena marcha al detectar la ráfaga de rayos gamma de altísima energía en un sector del firmamento que corresponde a la constelación de Leo (del León). La ráfaga llegó justo cuando el satélite astronómico Swift de la NASA estaba en pleno proceso de dejar de apuntar a un objetivo para apuntar a otro, lo que retrasó unos pocos segundos el inicio de sus operaciones de observación del nuevo e interesante objetivo.
El Fermi registró un rayo gamma con una energía de al menos 94.000 millones de electronvoltios (GeV), o sea alrededor de 35.000 millones de veces la energía de la luz visible, y cerca del triple del anterior valor récord registrado por el mismo instrumento.
La ráfaga duró horas a valores del orden de los electronvoltios, estableciendo un nuevo récord de duración de una de estas ráfagas.
El estallido fue luego detectado desde observatorios de la superficie terrestre en longitudes de onda de radio, infrarrojas y de luz visible, al conocerse con gran precisión su posición en el firmamento gracias al Swift.
Mapa del firmamento en rayos gamma, centrado en el polo norte galáctico. La imagen de la izquierda es anterior al estallido de rayos gamma observado. En la imagen de la derecha, se aprecia claramente dicho estallido. (Imágenes: NASA/DOE/Fermi LAT Collaboration)
Los astrónomos determinaron que la fuente del estallido está a unos 3.600 millones de años-luz de distancia.
Los estallidos de rayos gamma son los fenómenos electromagnéticos más brillantes de los que se tenga conocimiento en el universo. Se cree que se producen como resultado de algunos de los efectos que pueden desencadenarse cuando estrellas de gran masa agotan su combustible nuclear y se derrumban sobre sí mismas debido a su propio peso.
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