Creo que son conocidos por todos los caracoles. Aquellos que no han podido verlos se podrán contar con los dedos de una mano, pues en cualquier salida al campo o al parque, si se levanta alguna piedra, plástico o madera, es fácil encontrar algún ejemplar. En algunos países incluso son consumidos como alimento, que yo sepa en España y Francia.
Los caracoles y las babosas o limacos, son seres de actividad nocturna o de días lluviosos, ya que si se arriesgan a salir en las horas centrales del día corren el riesgo de morir por desecación. Con el fin de evitar esto, cuando comienza a amanecer, se refugian en lugares húmedos y oscuros en los que poder estar a salvo. Si volteamos un tronco podremos observar varias especies de moluscos apelotonadas buscando el resguardo de la humedad. Pegan su concha a algún sitio duro y cierran la junta con mucus. En la foto, (Helix aspersa, 1; Otala punctata, 2; y Cochlicella barbara, 3 ). En tiempos muy secos incluso segregan un "tapón" completo que ocupa toda la abertura de la concha y que se solidifica impidiendo
la pérdida de humedad y que permite el paso del aire. Las babosas, que no poseen conchas, o mejor dicho, que la tienen bajo la piel han de permanecer en los huecos más húmedos. Duranye el invierno se refugian en profundos agujeros y sellan sus conchas por completo.
Y esto es lo que hacen gran cantidad de especies de moluscos, aunque algunos de ellos hagan justo lo contrario, como estos Theba pisana. Lejos de esconderse y refugiarse, se suben a un lugar bien alto totalmente expuestos al viento y el sol. Les llamamos "caracoletas" en Zaragoza, y son tan abundantes que no reparamos en su comportamiento, totalmente contrario al de muchos otros caracoles. A pesar del calor tan intenso de este verano y de que no ha llovido ni una gota ahí han permanecido todo el tiempo. Han servico de estandartes en cada uno de los tutores que hemos puesto para que la fuerza del viento no maltratase en exceso los nuevos árboles y arbustos que hemos plantado.
Pero no sólo las caracoletas están locas, Recuerdo que un fin de semana de Diciembre de hace varios años, realicé una exposición de naturaleza en un pueblo del Pirineo Aragonés que se llama Piedrafita de Jaca. A la hora de la comida salí a dar una vuelta porlos alrededores del pueblo contemplando la nevada cuando pude ver a otro caracol loco. En este caso es un caracol amarillo, (Cepaea nemoralis.) que daba un paseo por la nieve. El resto de los caracoles, dormían en profundos agujeros con sus puertas de mucus cerrando las conchas y esperando las lluvias y temperaturas de la primavera. Y este loco andaba por encima de la nieve... le hice una foto por que me pareció curioso, y hoy la comparto con vosotros.