En Europa no se comparte la sanción que la NBA ha impuesto a los Spurs por dar descanso en un encuentro a sus principales figuras, decisión que beneficia al club, pero perjudica a la competición
Fuente: zonadostres.com
Se imaginan que la Liga de Fútbol Profesional (LFP) o la Federación Española de Fútbol (RFEF) hubieran sancionado al Real Madrid con 200.000 euros de multa por no haber convocado a Ronaldo, Ozil, Pepe y Ramos para disputar el partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey contra el Alcoyano; o que los dos organismos que controlan la Liga española hubieran multado al Barcelona por no disponer de Messi, Xavi, y Piqué en su encuentro contra el Alavés de esta misma competición. Seguro que se hubiera montado una polémica desorbitada, que hubiera inundado durante semanas las tertulias deportivas, tanto de los medios de comunicación como de bares y oficinas.Pues esto es lo que ha ocurrido recientemente en la NBA, donde el comisionado de la mejor liga de baloncesto del mundo, David Stern, ha impuesto una multa de 250.000 dólares (unos 192.000 euros) a los Spurs de San Antonio por no haber alineado a cuatro de sus jugadores clave en el choque que iban a disputar contra los Heat de Miami. La decisión del entrenador de los Spurs, Gregg Popovich, de enviar a su casa al pívot Tim Duncan (36 años), al base francés Toni Parker (30), al escolta argentino Manu Ginóbili (35) y al alero Danny Grenn (26), para darles descanso y que afrontaran con menos desgaste el siguiente partido contra los Grizzlies de Memphis, el equipo de Marc Gasol, con los que se disputaban el liderato de su conferencia, soliviantó al todopoderoso comisionado, quien decidió ejecutar un castigo ejemplar para que, precisamente, no cunda el ejemplo entre las demás franquicias.Y, desde ese momento, la polémica no ha dejado de crecer.
Fuente: espn.go.com
Esta es la típica controversia en los que todos tienen parte de razón, pues los argumentos de una y otra parte son válidos y contundentes, y responden a sus intereses más próximos. Para el mandamás Stern, que llegó incluso a pedir perdón a los aficionados por la decisión del equipo de San Antonio, que calificó de inaceptable, la multa es más que merecida, pues se ha producido un importante daño a los aficionados. Y no le falta razón, pues los seguidores que pagaron una media de 40 euros por la entrada no disfrutaron del espectáculo inicialmente esperado, al faltar cuatro de las principales estrellas de uno de los dos contendientes, porque Miami sí puso en liza a su famosa tripleta, formada por LeBron James, Chris Bosh y Dwyane Wade.Además, y posiblemente mucho más trascendente para el comisionado, las audiencias televisivas se pudieron resentir por la misma razón. Y estas son dos de las principales bases de este gran espectáculo mundial en el que se ha convertido la NBA, con unas señas de identidad muy determinadas, como son la sublimación del espectáculo y el máximo culto a las estrellas. Gracias a esta política, el baloncesto profesional americano es seguido en todo el mundo, y sus estrellas se encuentran entre las más conocidas del planeta y entre las que más ganan. Y esto es posible porque la cadena nacional TNT, junto con ABC y ESPN, abonan 715 millones de euros cada temporada por los derechos televisivos. Y si todos los equipos imitaran a Popovich, el negocio se resentiría y la competición saldrían perdiendo.
Fuente: San Antonio Spurs
Además, el club de San Antonio fue más allá de lo estipulado por la Junta de Gobernadores de la competición, órgano que reúne a todos los propietarios de las franquicias, en la que se acordó un enfoque razonable a la hora de dar descanso a los jugadores no lesionados. Y aunque Stern reconoció el derecho de los entrenadores a planificar el trabajo de sus pupilos, consideró exagerado prescindir de los cuatro mejores jugadores cuando solo va el tercer mes del campeonato. Para más inri, los Spurs no le notificaron las citadas ausencias ni a la organización ni al rival ni a los medios de comunicación, como estipula las normas de la competición.Por el contrario, Gregg Popovich no solo calificó la multa de injusta, sino que aseguró que en un futuro seguirá dando descanso a los jugadores que "considere necesario de cara a proteger sus intereses y los del equipo". También dejó claro que ve la polémica desde el punto de vista de un entrenador, y el comisionado, "desde la perspectiva del negocio", aunque no puntualizó que él también forma parte y se beneficia del mismo. Sin embargo, sus argumentos técnicos parecen de más solidez, al basar su decisión en su intención de proteger a sus jugadores de más peso específico de la dureza del calendario, pues era el sexto partido consecutivo seguido fuera de casa en nueve días, y los dos últimos choques en noches consecutivas. De hecho, en el último mes la franquicia de San Antonio ha disputado dos inhabituales giras seguidas, de seis y diez días. Asimismo, el técnico también adujo que buscaba dar más crédito a los reservas, quienes le dieron la razón, pues solo perdieron por 105-100 y en los últimos segundos del partido.
Fuente: Terra
La pregunta que surge en este momento es: ¿los intereses de un equipo deben estar por encima de los de la competición? Parece claro que cada club tiene todo el derecho del mundo a elegir cómo y con quién jugar. Pero también tienen que comprender que si la competición sale perjudicada, todos se resentirán, pues no es lo mismo un Madrid-Barça con Cristiano y Messi, que sin ellos. Y si todos equipos hacen lo mismo que los Spurs, habrá menos que repartir, pues menos aficionados irán a los estadios y menos espectadores seguirán el partido por televisión. Es el típico caso de un grave conflicto de intereses, pero los clubes tiene que comprender que hay situaciones que les pueden beneficiar puntualmente, pero perjudicar gravemente a la competición. Y, a la larga, les afectará negativamente también a ellos. Por eso, resulta muy complicado marcar la línea roja que determine cuál es el uso razonable de ese necesario descanso y cuándo puede producir un daño irreparable.David Stern ha dado con su sanción un aviso a navegantes que en Europa no sería compartido por casi ningún club de cualquier actividad deportiva. En el Viejo Continente, el derecho de los entrenadores y sus clubes a elegir a los jugadores y ofrecerles el descanso que crean conveniente no tiene discusión. Pero, posiblemente, sea esta una de las razones que sitúan a la NBA en una posición de privilegio en la clasificación de acontecimientos mundiales deportivos de mayor interés y seguimiento. Circunstancia envidiada por las grandes competiciones europeas, incluidas las de fútbol.