Pues según el departamento de Defensa de Estados Unidos, no. Y es que casi el 5% de los soldados estadounidenses tienen problemas de obesidad y de sobrepeso… Pero ese porcentaje podría ser mucho más elevado ya que los datos presentados por Defensa sólo recogen a aquellos militares a los que las autoridades médicas han catalogado como obesos.
Foto: Mónica Bernabé
Estados Unidos es el país con el índice más elevado de obesidad entre su población pero esta tendencia comienza a afectar seriamente a los soldados norteamericanos. Y es que a pesar de los 100.000 millones de dólares que ha invertido la Administración Obama anualmente para luchar contra este mal endémico- que sólo se encuentra en los países del Primer Mundo- la situación es cada vez peor. En 2003, sólo el 1% de la tropa tenía problemas de sobrepeso; pero tras dos guerras parece que la ansiedad y los problemas psicológicos entre los soldados han derivado en problemas con la báscula. Según el Pentágono, los soldados que han acudido a Afganistán e Irak son más proclives a aumentar de peso ya que encuentran en la comida una forma de desviar la ansiedad que sufren.
Pero lo cierto es que en toda buena base norteamericana que se precie los soldados pueden degustar una sabrosa hamburguesa- tras abonar los seis dólares de rigor- y pasar de la comida de la cantina que pueden degustar de manera gratuita. Muchos prefieren unas buenas patatas a una ración de espaguetis con tomate o albóndigas…
Pero este no es el único problema grave que han encontrado los responsables del Departamento de Defensa norteamericano. Según el informe el 75%de los jóvenes estadounidenses de entre 17 y 24 años, no cumplen los requisitos físicos ni intelectuales necesarios para poder alistarse a las Fueras Armadas. Por lo que plantearse un nuevo escenario bélico- como Yemen- podría suponer un serio varapalo para el ejército ya que han visto como los índices de reclutamiento han caído hasta límites inauditos… Eso o tendrán que bajar el listón y aceptar a cualquiera que pueda apuntar y disparar a la vez (algo complicado viendo el panorama).
Los datos- reales- indican que tres cuartas partes de los jóvenes norteamericanos están demasiado gordo, han sido expulsados de las escuelas por su actitud, tienen problemas legales pendientes o tienen expedientes académicos y policial dignos de todo un recluso de Guantánamo. Vamos que según el Departamento de Defensa las nuevas generaciones norteamericanas tienen sobrepeso y además son ‘imbéciles’ de remate- es lo que tiene tener a París Hilton como heroína.
Puede sonar a broma, pero no lo es. Estados Unidos y su Ejército, en particular, se lo han tomado muy en serio y han creado una comisión para analizar los datos que recoge el informe de Defensa y ha puesto al mando al ex comandante en jefe de la OTAN, Wesley Clark.