En los últimos 20 años, la búsqueda de planetas similares a la Tierra alrededor de otras estrellas se ha acelerado, con el lanzamiento de misiones como el telescopio espacial Kepler. El uso de telescopios espaciales y observatorios con base en tierra, los astrónomos han encontrado numerosos mundos que a primera vista tienen similitudes con la Tierra. Algunos de ellos están incluso en la “zona habitable”, donde la temperatura es la correcta para que el agua permanezca en forma líquida y que son el objetivo principal en la búsqueda de vida en otros lugares del universo.
Ahora, un equipo de científicos ha analizado cómo se forman estos mundos y sugieren que muchos de ellos pueden ser mucho menos clementes que sea creía. El equipo científico cree que los planetas que se forman a partir de núcleos menos masivos pueden convertirse en hábitats benignos para la vida, mientras que los objetos más grandes terminan como “mini-Neptunos con atmósferas espesas y probablemente permanezcan estériles. Los investigadores, dirigidos por el Dr. Helmut Lammer del Instituto de Investigación Espacial (IWF) de la Academia de Ciencias de Austria, publican sus resultados en la revista Monthly Notices of Royal Astronomical Society.
Se cree que los sistemas planetarios, incluyendo nuestro propio sistema solar, se forman a partir de hidrógeno, helio y elementos más pesados que orbitan sus estrellas en el llamado disco protoplanetario. El polvo y material rocoso tiende a agruparse con el tiempo, formando núcleos rocosos que acaban siendo planetas. La gravedad de estos núcleos atrae hidrógeno de su alrededor, parte del cual es arrojada fuera por la luz ultravioleta de la joven estrella que orbita.
Lammer y su equipo modelaron ese equilibrio entre la captura y la eliminación de hidrógeno en núcleos planetarios entre 0,1 y 5 veces la masa de la Tierra, que se encuentren en la zona habitable de una estrella similar al Sol. En su modelo, encontraron que los protoplanetas con la misma densidad de la Tierra, pero menos de 0,5 veces su masa no capturaban mucho gas del disco.
Dependiendo del disco, y suponiendo que la joven estrella sea mucho más brillante en luz ultravioleta que el Sol en la actualidad, los núcleos planetarios con una masa similar a la Tierra pueden capturar, pero también perder su hidrógeno envolvente. Pero los núcleos de mayor masa, similar a las “súper-Tierras”, y que se encuentran alrededor de muchas estrellas, se aferran a la casi totalidad de su hidrógeno. Estos planetas terminan como “mini Neptunos con atmósferas mucho más gruesas que las de nuestro planeta.
Los resultados sugieren que para algunos de las recientemente descubiertas súper-Tierras, como Kepler-62e y 62f-, estar en la zona habitable no es suficiente para hacer de ellos un buen hábitat.
El Dr. Lammer comenta “Nuestros resultados sugieren que los mundos como estas dos súper-Tierras pueden haber capturado el equivalente a entre 100 y 1.000 veces el hidrógeno en los océanos de la Tierra, pero sólo pueden perder un pequeño tanto por ciento de él durante toda su vida. Con una atmósfera tan gruesa, la presión sobre las superficie será enorme, lo que hace casi imposible que la vida exista en ella “.
El descubrimiento continuo de súper tierras con bajas densidades apoya los resultados del estudio. Los científicos lo tendrán aun más difícil para encontrar lugares donde se de la vida, y establece un reto para los astrónomos que usan los telescopios gigantes que entrarán en uso en la próxima década.
El estudio fue llevado a cabo por nvestigadores dentro de la red FWF de Investigación de Austria “Pathways to Habitability.”
publicado el 24 marzo a las 08:52
Creo que la mejor solución es decrecer la gravedad, así podría ser mas fácil salir del planeta y ubicar naves, telescopios, incluso podríamos caminar o correr en la tierra sin que nos afecte tanto.