Un chico va en bicicleta por el bosque y, de repente, descubre una interesante criatura. Como haríamos cualquiera, decide hacerle una foto con su móvil y colgarla en su perfil de Instagram. Entonces, ese extraño animal se vuelve viral en tan solo unas horas. Todo el mundo habla de él, aparece en las noticias e incluso se fabrican peluches con su forma y yogures con su imagen. Aunque podría ser una historia real, solo estoy contando el inicio de este anuncio que estoy seguro que te va a hacer reflexionar.
Actualmente se habla mucho sobre la importancia de no compartir datos personales en las redes sociales para evitar problemas de privacidad. Pero no somos del todo conscientes de las consecuencias que puede tener subir otro tipo de contenidos a la red. Y si no me crees, dale al play y luego te sigo contando.
La historia que cuenta este anuncio de Huawei no está tan lejos de la realidad. Ya son muchas las noticias que hablan del sobreturismo que sufren algunos monumentos turísticos por culpa de Instagram. De hecho, este estudio habla de que el 48% de los usuarios utiliza esta red social para elegir sus destinos turísticos. Así, rincones que antes estaban casi desiertos, actualmente se llenan de turistas para poder sacarse la foto de turno y así posturear en Internet. Es el caso, por ejemplo, del pueblo suizo de Lavertezzo.
Pero la fauna también sufre las consecuencias de las modas de las redes sociales. El año pasado, Instagram tuvo que emitir un comunicado para alertar a los usuarios sobre el lado negativo de hacerse selfies con animales. Y en Canarias, la tortuga verde está cambiando de conducta por los turistas, que las alimentan para atraerlas y poder sacarles una foto para colgarla en su perfil.
Utilizar las redes sociales con responsabilidad está en la mano de todos. Esta es la reflexión que nos deja este spot realizado por la agencia Jung von Matt/Next Alster (Hamburgo, Alemania).