Lo primero que he escrito sobre este artículo ha sido: El Atlético baila al son de Diego Costa. Después lo he borrado y he puesto el nombre del Cholo Simeone. Pero también lo he tenido que borrar. Y es que este Atleti habla en plural. Sólo así se entiende por qué está donde está. Si escribo eso, si individualizo me dejo en el tintero la seguridad en la portería de Courtois, la eclosión de Koke, el redescubierto talento de Raúl García o las carreras de Arda Turan, por nombrar algunos ejemplos más. Y no son todos.
Aunque no es novedad y ya se han vertido ríos de tinta sobre este Atlético de Madrid y la famosa mano del Cholo (sí se nota, sí), admito que ha terminado de llamarme poderosamente la atención ayer, en especial el “uno más, uno más” de Simeone a los jugadores para buscar el ansiado liderato en Liga. Cuando llevas pocas jornadas y las cosas bailan en lo alto del liderato, es algo que siempre te llama la atención. Pero no ahora, no a dos jornadas de terminar la primera vuelta con catorce victorias sobre dieciséis posibles y clasificado firmemente a octavos de la Champions sin ceder una sola derrota. Ya no llama la atención, ya no. Está interiorizado. Este Atlético se ha vuelto grande.
Es un Atlético que cumple lo que está prometiendo, algo de lo que carecían en la casa rojiblanca en estos últimos años. Leía el viernes que Salvo y Djukic llegaban tocados al Calderón, con dudas y problemas institucionales y deportivos y que el Atleti podía ver en ese Valencia una pieza fácil. La lógica de tiempo atrás hubiera hecho prever tanto un 3-0 como un 0-3 porque así era el devenir de este equipo entonces con alegrías y decepciones a partes iguales. Pero ahora no. Ahora era casi obvio un 3-0. Que me perdone el Valencia por ello pero es así.
El Cholo Simeone ha convertido a su equipo en un bloque, en el más literal sentido de la palabra, con una competencia interna feroz que lejos de provocar conflictos, ha permitido a los jugadores exprimirse al máximo de sus posibilidades en beneficio suyo y del grupo.
Este estilo de equipo no es invención ni novedad en la historia pero en España provoca la quiebra del sistema de los millonarios clubes que centran la atención de los medios. Con un millonario y gastón Real Madrid que no consigue encontrar la identidad del juego y está cinco puntos por detrás, y un F.C Barcelona, no mucho menos barato, atascado en un periodo de cambios y lesiones clave (Messi por ejemplo), el modelo del Atlético pone en entredicho esos esquemas. Tal vez los colchoneros no enamoran con su juego e incluso se les tachar de excesivamente duros en ocasiones, pero los números no mienten. No es descabellado decir que optan a todo, esta vez sí. Queda toda una vuelta y las jornadas siempre pesan pero… Este Atleti huele a aquellos equipos que ganaban ligas antes de la dictadura del Madrid y el Barça. El tiempo dirá si me equivoco.
Con todo digo, bravo por este Atlético. Y dicho por servidor, madridista de nacimiento.
DAVID ABELLÁN FERNÁNDEZ