El 25 de abril ocurrirá el segundo eclipse de Luna más breve del siglo XXI. Será visible en España, así como en toda Europa, Asia, áfrica y Australia, pero no en América. El máximo del eclipse tendrá lugar a las 22.07, hora peninsular. Es un espectáculo más que nos ofrece el siempre cambiante Cosmos y además es un fenómeno que todos podremos contemplar sin ayuda de ningún instrumento óptico, ya que es visible a simple vista. Este año, España ha sido agraciada con tres eclipses de Luna. El 25 de abril, 25 de mayo y el del 18 al 19 de octubre, aunque ninguno de ellos es un eclipse total, que produce el máximo oscurecimiento de la Luna. Existen otros dos tipos de eclipses de Luna; el parcial y el penumbral (parcial o total). Se trata de un eclipse parcial de Luna que se comenzará a observar muy bajo sobre el horizonte. En el eclipse total, la Luna se oscurece por completo. En el parcial, solo una parte de ella permanece en la oscuridad y en los eclipses penumbrales no notaremos una disminución de la luz que refleja la Luna, apreciándose solo con instrumentos especiales. Cuando el Sol, la Tierra y la Luna se alinean perfectamente, se produce un eclipse total de Luna. Nuestro planeta proyecta una sombra y una penumbra (una sombra más clara alrededor de la sombra) en el espacio. Cuando la Luna, en fase de Luna llena y en su órbita alrededor de la Tierra atraviesa esa sombra, se oscurece repentinamente de un extremo a otro. No llega a desaparecer por completo del firmamento, pero se atenúa considerablemente cambiando del típico blanco y negro con los que acostumbramos a verla, a un rojo pálido.
El eclipse del 25 de abril es parcial, es decir, solo una parte de la Luna atravesará la oscura sombra que proyecta la Tierra. El eclipse de Luna solo es visible cuando la Luna atraviesa la sombra de la Tierra y no cuando atraviesa la penumbra, pues es tan sutil, que el ojo no detecta una disminución en la luz que recibe la Luna del Sol, por ello hay que esperar a que la Luna entre en la sombra de la Tierra, hecho que comenzará a ocurrir a las 21h 50m 23s, y solo permanecerá en ella 34 minutos, de ahí que sea el segundo eclipse de Luna más breve del siglo XXI. En el eclipse del 25 de abril, tendremos que estar pendientes de la zona N de la Luna, que es precisamente la pequeña parte de nuestro satélite que será cubierta por la sombra de la Tierra durante esos 34 minutos, el resto de la superficie lunar, lucirá como si no existiera un eclipse.
Durante el eclipse, la Luna se encontrará en la constelación de Virgo. Aprovechando el evento astronómico, podremos ver una estrella muy brillante al W de la Luna, se trata de la estrella Espica, la más brillante de la constelación de Virgo, a 260 años luz del Sol (1 año luz equivale a 9,6 billones de km). Espiga es una estrella singular. Se trata de un sistema binario compuesto de dos estrellas no esféricas sino ovaladas debido a que se encuentran muy próximas entre sí y la fuerza de gravedad de una tira de la otra estrella deformándola. Están separadas por nada más que 18 millones de km, mucho más cerca de lo que está Mercurio del Sol (58 millones de km). Ambas giran sobre un centro común cada 4 días, por lo que nos podemos hacer una idea de la proximidad a la que se encuentran. El planeta Mercurio tarda 88 días en girar alrededor del Sol, es el más próximo a nuestra estrella y además el más veloz, ya que mientas más cerca se encuentre un cuerpo de otro, más rápido debe girar, son las consecuencias de la gravedad, de lo contraría chocarías.
Saturno y Titán, a la vista
Espiga es una ingente fuente de rayos X debido a las colisiones de los vientos estelares entre ambas estrellas que forman el sistema doble. Además Espiga es una estrella variable, denominada variable elipsoidal rotante, siendo la más brillante dentro de su género. La variación del brillo de Espiga se produce al presentarnos ambas estrellas superficies diferentes al ser objetos no esféricos. Al NE de la Luna (a la izquierda cuando se produzca el máximo del eclipse de Luna) y muy cerca, nos toparemos con otra estrella algo más brillante que Espica,en realidad se trata del planeta Saturno. Con un pequeño telescopio, podremos ver sus anillos y los satélites más brillantes como Titán, un lugar con un atmósfera de nitrógeno y de un frío tan intenso que el nitrógeno que en nuestro planeta es un gas, allí se encuentra en estado líquido, formando ríos y lagos y produciéndose lo que aquí conocemos como el ciclo del agua: cuando la temperatura aumenta algo, en Titán se forman nubes de nitrógeno, llueve para dar paso a ríos y lagos.
Fuente: abc ZONA-CIENCIA