Revista Cultura y Ocio

Este magnífico mal tiempo

Por Igork
Sonrío este julio porque Al Gore está callado. No sé qué tiempo hace en vuestras ciudades pero en Barcelona, la ciudad de la que apenas salgo, llueve de vez en cuando y ya no me muero de calor. Por las mañanas el cielo está enrabietado y a media tarde, tras los intentos del brioso sol por abrirse paso entre las nubes, vuelve a soplar la brisa de Dios, esa que barre el calor como si el bochorno fuera un invento del diablo y no un descuido del divino (y no hablo de Don Francisco de Aldana).
La situación en el Reino Unido a principios de septiembre de 1940 era desesperada. La batalla de Inglaterra está a punto de ser perdida. En la tarde del día 7, una flota aérea de alrededor del millar de aparatos de la Luftflotte 2, más de 300 bombarderos escoltados por 648 cazas, se dirigía a Londres. Un partir triunfal observado por Goering desde los acantilados de Cap Blanc Nez, Francia.
Este magnífico mal tiempoEl empeoramiento del tiempo proporcionó un respiro a la defensa de Londres. Bombardear Berlín a la desesperada por orden de Churchill, también. Hitler se lo tomó mal e insistió en bombardear la capital británica en lugar de seguir machando los aeródromos, lo que hubiera sido el fin. Las pastillas de cafeína para mantener a los pilotos en el aire durante días, fueron otra ayuda.
La vuelta sería terrible. El 14 de febrero de 1942 una directiz* del Mando de Bombardeo inglés ordenaba que había que «centrarse en la moral de la población civil enemiga y en particular de los obreros industriales». No lo consiguieron. En 1942 las llamaron las incursiones de «los mil bombarderos». Nótese que hay que sumar las escoltas de cazas. El 30 de mayo de 1942 1.046 bombarderos, más escoltas, bombardearon Colonia. Esa noche los intervalos nubosos fueron escasos. Ya en 1943 se lanzaron sobre Alemania un total de 200.000 toneladas de bombas, ni el magnífico mal tiempo los salvó. ¿Alguien es capaz de imaginarse más de mil bombarderos más un enjambre negro a su alrededor por cada aparato surcando el cielo? Hasta el firmamento puede parecer pequeño.
Cómo se olvida todo. Los alemanes siempre han sido tenaces y organizados. Durante el bloqueo soviético de Berlín montaron aeropuertos en tiempos de vértigo. Luego prosperaron. Y luego olvidaron, y con ellos toda Europa olvidó.Luego llegó Sebrenika, la apertura a China, la caída del muro de Berlín, la incapacidad de ser una sola voz, la especulación, el estallido y las crisis de la deuda. Una Unión desestructurada. Se vive bien en Europa, todavía, pero su corazón tiene unas grietas que llegan hasta las entrañas. Europa es una tierra donde prosperan chacales como Murdoch.
Este magnífico mal tiempoFuente: Sir Liddell Hart “Historia de la Segunda Guerra Mundial”. Luis de Caralt Editor. De apasionante lectura.*La directriz del terror, fue ideada por el mariscal del Aire A.T. Harris (luego “Sir”), cuando fue nombrado Comandante en jefe del Mando de Bombarderos, el 22 de febrero de 1942. Durante los bombardeos a Alemania se utilizaron bombas explosivas pero también bombas incendiarias de fósforo, como las usadas recientemente por las fuerzas aéreas israelíes en las incursiones contra el sur del Líbano. Otra broma pesada de la historia. Y por cierto, que yo sepa, las fuerzas aéreas de Israel han sido las únicas que han sufrido una rebelión interna de pilotos y generales. El fósforo hace arder cualquier cosa, incluso el cemento armado.

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