El estigma que sufren los enfermos mentales es una carga de sufrimiento que incrementa innecesariamente los problemas de la enfermedad, lo que constituye uno de los principales obstáculos para el éxito y la recuperación de estas personas.
Así lo ha puesto hoy de relieve el presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP), Jerónimo Saiz, quien ha señalado que el estigma de estos enfermos es la barrera que actualmente ha sustituido a las tapias de los psiquiátricos.
Saiz ha hecho estas declaraciones en un acto en el que la SEP, junto con la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB) y la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM) han manifestado su apoyo a la Declaración de Madrid contra el Estigma y la Discriminación de las Personas con Enfermedades Mentales.
Este documento, que se hizo público el pasado 11 de enero, rechaza firmemente cualquier tipo de estigmatización y discriminación de estos enfermos y promueve la investigación dedicada a luchar contra éstas, según ha señalado Guillermo Peterson, director de la Oficina Regional de Coordinación de Salud Mental de la Comunidad de Madrid.
El doctor Saiz, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, ha insistido en que padecer una enfermedad mental no es distinto a haber perdido la salud en otro ámbito y ha recordado que una de cada cuatro personas padece, ha padecido o va a padecer algún tipo de trastorno mental a lo largo de su vida.
Ha subrayado la fuerza que tiene el estigma, que está en la conciencia de la sociedad lo impregna todo, a pesar de que se basa en “un prejuicio irracional”.
El secretario de la SEPB, Celso Arango, ha reconocido que el estigma “muchas veces empieza en la propia profesión” y ha puesto el acento en los “falsos mitos” que rodean a los enfermos mentales, como que son violentos o agresivos.
Arango ha explicado que hay enfermedades mentales como la esquizofrenia o el trastorno bipolar que tienen origen genético, pero también se pueden desencadenar por factores externos, como el consumo de drogas.
A este respecto, ha subrayado que si no hubiese cannabis en el mundo habría un 6 por ciento menos de esquizofrénicos.
La presidenta de la Federación Madrileña de Asociaciones Pro Salud Mental (FEMASAM), Ana Gumiel, ha pedido un plan contra el estigma, que tenga una vigencia de al menos diez años, y ha considerado que la principal batalla contra esta lacra debe darse entre los propios familiares y entre los medios de comunicación.
Por su parte, la directora de la Fundación Mundo Bipolar, Guadalupe Morales, ha considerado que para empezar a luchar contra el estigma hay que disponer de unos buenos servicios de salud, ya que sin ellos no se puede dar un buen tratamiento y se juega con la vida de los enfermos, “porque el índice de suicidios es altísimo”.