Cocodrilo marino, llamado Too Long, fotografiado con una cabeza de cerdo entre sus fauces
Con unos asombrosos casi cinco metros de largo, no es de extrañar que este cocodrilo necesite una comida sustancial para satisfacerlo cuando tiene hambre.Pero, como muestran estas impresionantes imágenes, incluso una cabeza de cerdo entera no es demasiado para ser digerida por esta bestia gigante.
Las fotos del cocodrilo de agua salada, cuyo nombre se traduce como Too Long en inglés, se obtuvieron durante la hora de comer en un parque de cocodrilos en Pasay City, Manila.
El hambriento reptil se daba un festín con una cabeza de cerdo que pesaba 6,5 kg.
La comida de carne era apenas una fiesta inusualmente grande para un cocodrilo marino, ya que la especie es conocida que come todo lo que puede sujetar alrededor de sus mandíbulas.
Los feroces depredadores han sido conocidos por comer cualquier cosa, desde búfalos de agua, monos, jabalíes y hasta tiburones.
La especie, que es nativa de las zonas de agua salada del este de la India, el sudeste de Asia y el norte de Australia, incluso se dice por algunos que es el animal más propensos a comer seres humanos.
Los cocodrilos de agua salada se esconden debajo de la superficie del agua y saltan sin previo aviso.
Ellos tienden a utilizar su cola y poderosa mandíbula para saltar desde el agua, agarrar a su presa y arrastrarla por debajo de la superficie.
La criatura entonces mantiene su víctima bajo el agua hasta que se ahoga.
Los cocodrilos marinos pueden vivir hasta 70 años y crecen a un promedio de cinco metros, con un peso de alrededor de 450 kilos.
Pero no son desconocidos cocodrilos de siete metros de largo, ver: Cocodrilo marino gigante capturado en Filipinas (fotos y vídeo).
Un funcionario del parque de cocodrilos en Manila, donde se mantiene, dijo que es la especie más grande en el parque
í como una lucha por los derechos de patente. Lo más importante, las promesa de pruebas fetales más potentes en un futuro representan un reto bioético que enfrentarán padres y genetistas por igual, planteando que tanta información genética se quiere o debe saber, así como el uso que se le de a ella.Sin lugar a dudas uno de los mayores puntos a discusión que desencadenarán estás pruebas son las posibles consecuencias del estar enterados de un resultado y la posibilidad del aborto, la legalidad o no de este, el derecho de la mujer a decidir y un eterno etcétera.
Por lo general serán las grandes religiones y en particular sus cabezas quienes opondrán resistencia reacia a este tipo de metodología diagnóstica, bajo la cerrazón de que la voluntad de dios debe prevalecer. Lamentablemente se basan las discusiones éticas en religión, cuando la Ética debería ser totalmente deslindada del credo de cada individuo. La moral y la ética no son sinónimos como en muchas ocasiones se nos ha querido hacer ver o por error confundimos.
Cada quien será libre de creer y practicar el credo o no de su preferencia, pero ello no tiene nada que ver sobre lo ético o no de un hecho. Cuando se trata de defender una postura bajo la sombra de un tema religioso corremos el riesgo de acabar, como sucede con el aborto, la eutanasia o el matrimonio entre personas del mismo sexo, en caer en fanatismos y no lograr avanzar en temas realmente trascendentales.
La importancia de poder conocer el diagnóstico de un producto aún no nacido debe de ser visto más allá de la posibilidad de que los padres puedan o no abortar, el planteamiento ético no solo se limita a eso, sino al “diseño” genético del individuo, a la probabilidad de tener “hijos a la carta” o visto desde la esfera de un país “ciudadanos a la medida”. Por otro lado tenemos la posibilidad de ofrecer tratamientos, algunos in útero o bien la planificación de un sistema de atención específico para el individuo desde antes, para una vez que nazca poder brindarle toda la atención debida.
Sin lugar a dudas la Ciencia y con ella la Medicina avanzan día a día a pasos agigantados y lo que puede ser un verdadero problema es que la sociedad no ha evolucionado en su forma de pensar a la misma velocidad, en ocasiones veo una sociedad cuasi medieval incrustada en un mundo futurista. Es necesario que como individuos y ciudadanos avancemos y permitamos abrir más las discusión a temas éticos (no religiosos), llegando al fondo sin caer en fanatimos.