Empezaremos poniendo el disclaimer en el título, así que no me os quejéis. Y es que no puedo ser objetivo con Principia, la revista. Pero si que os puedo sugerir que la compréis en la tienda. Así que esto no pretende ser una reseña, sino una canción de amor. Y es que me tiene enamorado, si es que uno tiene un corazoncito, y a uno las cosas bien hechas le llegan a ese órgano palpitante. Pero sobre todo me tiene enamorada la mente.
Y es que no es una vulgar revista de divulgación al uso, es mucho más. Desde que la tienes, percibes que tienes un tesoro entre tus manos. Un pequeño tesoro. El diseño en si esta muy, pero que muy trabajado. Se nota que se ha hecho con amor y con tiempo. Como aquellos guisos que te hacia la abuela, pero pasados por la chapa y pintura de Ferran Adrià. Una maravilla, vamos.
El otro punto que salta a la vista es la ilustración. Si conocéis la web de Principia ya sabréis de lo que hablo. Si no la conocéis, ya estáis tardando. Pero ¿de donde salen esas maravillas? Cada una ilustra perfectamente el contenido que forman una pareja de baile perfectamente coordinada, como Ginger Rogers y Fred Astaire.
Hojeando la revista, como si una margarita fuese, uno va pasando el tiempo, entretenido y divertido. En estos tiempos de inmediatez y obsolescencia, uno agradece contenidos de calidad como Principia.
Y es que además, por menos dinero de lo que cuesta invitar a cenar, tenéis un tesoro que os durará toda una vida, en vuestra biblioteca y en vuestra mente