Hola hola hola. Se acerca la Navidad y todo ese rollo de cenas familiares llenas de carnes, huesos y ojos repartidos por los platos de la gente mientras se brinda, se ríe de gilipolleces y te preguntan si tampoco comes jamón. Por cierto, la palabra estofado vegano me suena rara.
Tengo que decir que no me gusta el vino tinto y para hacer esta receta me he inspirado en Hijas de seitán, que entre otras cosas, hidratan la soja texturizada en vino tinto para cocinarla. Creo que ellas lo hacen para ir emborrachándose sin esfuerzo y como a veces las cenas de Navidad son difíciles de aguantar, pensé que era una buena estrategia emborracharse un poco sin tener que beber demasiado. Luego me di cuenta de que el alcohol seguramente se evapore al hervir y no sirva de nada, pero el sabor que le da es curioso.
En realidad esta receta creo que no emborracha porque el vino al calentarlo se va evaporando, por eso es muy importante ponerle tapa a la olla, para que no se vuele el alcohol y mantengamos al máximo sus propiedades.
¿Qué lleva un estofado vegano de Navidad?
¿Cómo hacer un estofado vegano?
Receta de:Cristian
Esta receta es digna de un país frío, me recuerda a Ikea por los sabores a vino tinto y jengibre, si quieres ponerte exquisita puedes echarle un poco de canela para rematar. La canela en cantidades muy pequeñas puede sorprenderte, le queda bien a más cosas además del arroz con leche.
Seguramente en la cena se produzcan los clásicos comentarios sobre si comes proteínas, las plantas también están vivas y todas esas mierdas. Lo cierto es que la soja texturizada tiene un 40% de proteínas de su peso, proteínas de alto valor biológico, es el alimento más proteico que conozco, tanto animal como vegetal. También es cierto que comerte 100 gr de soja texturizada es un poco complicado porque sus proteínas se calculan con su peso en seco, al hidratarla crece mucho y pesa mucho más. Si te intriga lo de la soja texturizada deberías hacer salsa boloñesa, un clásico que nunca falla.