Este post va dedicado a todas las futuras mamás preocupadas por darle lo mejor a su bebé.
Durante este periodo de tu vida, la dieta no sólo debe garantizar tus necesidades nutritivas, también las de tu bebé, y además deberá preparar tu cuerpo para el momento del parto y la futura lactancia.
A continuación intentaré darte unas pautas generales, aunque recuerda que es necesario un estricto control médico en cada caso particular, ya que cada una de nosotras tiene unas condiciones físicas y requerimientos nutricionales un tanto exclusivos.
Es importante que tomes un suplemento de vitamina B9 o ácido fólico, ya que se ha demostrado que la carencia de esta vitamina en la dieta puede provocar problemas en el bebé, tales como la espina bífida.
Intenta incluir a diario fruta y verdura fresca, de esta forma asegurarás el aporte necesario de vitaminas, sales minerales y fibra, para evitar el estreñimiento que tal vez estés sufriendo durante esta etapa. Una buena opción es procurar comer una ensalada diariamente aliñada con un chorrito de aceite de oliva virgen.
Incluye alimentos lácteos a diario: leche, yogures y quesos, que además de una buena fuente proteica te aportarán mucho calcio. Evita el exceso de quesos curados, por su mayor contenido en grasa. Debes comer alimentos ricos en proteínas: carnes y pescados. Procura que las carnes sean magras, como el pollo o el pavo. El pescado azul os aportará ácidos grasos esenciales, fundamentales para la constitución del sistema nervioso y la retina del bebé.
Evita la ingesta de azúcar y dulces, sobre todo durante la segunda mitad del embarazo, cuando más riesgo hay de desarrollar diabetes gestacional, y alimentos procesados y envasados.Y recuerda beber entre 6 y 8 vasos de agua al día, así favoreces el funcionamiento de tus riñones reduciendo el riesgo de padecer retención de líquidos, y realizar algún tipo de ejercicio diariamente, como caminar unos 30 minutos o practicar natación.
Pero sobre todo disfruta de esta maravillosa etapa!!!