Domingo 12 de Marzo de 2017
El objeto que domina esta imagen podría parecer un charco de sangre, pero en vez de estar asociado con la muerte, este tipo de regiones de hidrógeno ionizado, conocidas como regiones HII, son lugares de creación de vida con altas tasas de formación estelar reciente. NGC 371 es un ejemplo de esto; se trata de un cúmulo estelar abierto rodeado por una nebulosa. Las estrellas en los cúmulos abiertos nacen de la misma región difusa HII y, con el tiempo, la mayor parte del hidrógeno es utilizado para la formación de estrellas, dejando atrás una burbuja de gas, como la que aparece en esta imagen junto a un cúmulo de estrellas jóvenes y calientes. La galaxia que alberga a NGC 371 es la Pequeña Nube de Magallanes, una galaxia enana ubicada a tan sólo 200.000 años luz de distancia, lo que la convierte en una de las galaxias más cercanas a la Vía Láctea. Adicionalmente, la Pequeña Nube de Magallanes contiene estrellas en todas las etapas evolutivas; desde las más luminosas, calientes y jóvenes estrellas, hasta los remanentes de supernova que dejan las estrellas al morir. Las energéticas estrellas jóvenes emiten una gran cantidad de radiación ultravioleta que hace que el gas circundante, residuos de hidrógeno de la nebulosa anfitriona, se encienda con brillantes colores que se despliegan en todas las direcciones, sobre un área de varios cientos de años luz.
Este fenómeno se puede apreciar en todo su esplendor en esta imagen, tomada por el instrumento FORS1 en el Very Large Telescope de ESO en Cerro Paranal (Chile). Los cúmulos abiertos no son para nada escasos; en nuestra propia Vía Láctea existen numerosos ejemplos. Sin embargo, NGC 371 es particularmente interesante debido al gran número de estrellas variables que contiene. El brillo de estas estrellas cambia a lo largo del tiempo. Un tipo de estrella variable especialmente interesante, conocida como una estrella de tipo B pulsante lenta, sirve para estudiar el interior de las estrellas a través de la asterosismología, y varias de ellas han sido confirmadas en este cúmulo. Las estrellas variables juegan un rol primordial en la astronomía: algunas son valiosísimas para determinar la distancia de galaxias muy lejanas y la edad del Universo.
Fotografía OriginalCrédito: ESO / Manu Mejías