El estreñimiento infantil es un trastorno digestivo leve, que sin embargo puede llegar a convertirse con facilidad en un síntoma crónico si no se le da el tratamiento adecuado. Al igual que en los adultos, el estreñimiento infantil provoca una falta de evacuación regular de las heces o evacuaciones dolorosas e incompletas. Aunque el número “normal” de deposiciones varía de una persona a otra, se suele considerar que hay estreñimiento cuando el niño no ha evacuado en más de tres días.
La mayoría de veces la aparición del estreñimiento infantil tiene un origen espontáneo y no esconde ninguna enfermedad, sino que responde a variaciones de factores externos como alteraciones en la dieta. Sobre todo en el caso de los bebés, el estreñimiento, junto con la diarrea, es un problema digestivo común cuando se introducen cambios en su alimentación, por ejemplo con el paso de la lactancia materna a la artificial. Para combatir el estreñimiento, además de controlar estos cambios en la alimentación, es importante que los niños se hidraten correctamente, bebiendo frecuentemente agua y zumos, ya que estos líquidos humedecen el intestino y favorecen la evacuación.
Más allá de los factores meramente fisiológicos, como la falta de hidratación o de fibra en el organismo, el estreñimiento también puede derivarse de causas psicológicas, que en el caso de los niños pueden estar relacionadas con cambios de conducta en un intento de atraer la atención de los mayores, o con cambios en el entorno que generen miedo en el niño, como mudarse de casa, empezar en una nueva guardería o colegio o tener que enfrentarse a una situación estresante.
Otra situación común que puede inducir al estreñimiento infantil es la retirada del pañal y el consecuente control de esfínteres esperado, ya que el niño puede desarrollar una fobia al váter por diversos motivos (ir al baño le obliga a interrumpir sus juegos, a ir a lugares que desconoce, etc.) y resolver la situación aguántandose y reteniendo las heces.
Encontrarse bajo tratamiento farmacológico, tener unos hábitos sedentarios que no incluyan la práctica de ejercicio físico o carecer de un horario regular para evacuar son otras situaciones cotidianas que pueden desencadenar estreñimiento, y que conviene tener en cuenta a la hora de reeducar el organismo para evitar este trastorno no sólo durante la infancia, sino también en etapas posteriores como el embarazo.
Fuente | Estreñimiento infantil
Foto | Joseph Choi