Revista Espiritualidad
El pasado 13 de noviembre se estrenó la película independiente Flow, Ópera Prima del director de cine David Martínez, quien ha sido ayudante de dirección de Pedro Almodóvar, de Mario Camus, de James Mangold o de Ken Loach, entre otros, y premiado con un Goya por la producción del mejor cortometraje en 2001.
Flow, Wolf si se lee al revés, es una película protagonizada por el actor español Juan del Santo, formado en Arte Dramático entre 1988 y 1990 en LISA (London International School of Acting), escuela de interpretación dirigida y presidida por Brian Lidstone y patrocinada por Peter O´Toole entre otros, y en interpretación en Nueva York . Ha trabajado en Largometrajes y cortometrajes con directores como José Luis Cuerda, Mario Camus, Pilar Miró, Emilio Ruiz Barrachina, David Martínez, Javier Figuero, Jorge Dorado, Joseph Danquart, Gonzalo Fuentes o Ángel Loza. También ha representado y protagonizado obras de teatro con directores como Rafael Redondo, Javier Páez o Vicente A. Vizcaino y diversas series de televisión.
Conocí a Juan del Santo durante un curso de formación en análisis e interpretación de sueños que impartí en la Universidad de la Mística-CITES de Ávila. Allí, mantuvimos una conversación muy interesante sobre la importancia de los sueños como fuente de inspiración para las diversas artes y, en concreto, en lo referente al cine y al teatro. Juan me explicó que la película Flow, que en aquel momento estaba presentándose en numerosos festivales nacionales e internacionales con muy buenos resultados, había tenido como inspiración -entre otras- un sueño. Me dijo que Flowera una película que mostraba el viaje interior del protagonista, un actor llamado Walter Mann, a quien el destino le asesta un revés inesperado que lo conduce a pasar una temporada en prisión y a perder casi todo cuanto tenía. En aquel preciso momento, un escalofrío recorrió mi cuerpo, y le dije que yo había escrito una novela, titulada Al final del túnel, que narra la historia de un hombre a quien, en la plenitud de la vida, el destino le asesta un revés inesperado, se ve despojado de todo cuanto ha conseguido y acaba pasando unos años en prisión. Ambos habíamos estado trabajando en un proyecto cuyo contenido era muy semejante, con una diferencia de tiempo de apenas unos meses, y de un modo completamente inadvertido. Hasta aquel día, Juan y yo no nos conocíamos, él no tenía ni idea de mi labor como escritor y psicoterapeuta y yo no sabía de su trabajo como actor. Pero, por algún motivo desconocido, coincidimos precisamente en aquel momento y lugar y pudimos compartir nuestros respectivos intereses. Fue entonces cuando decidí entregarle un ejemplar de mi última novela -Al final del túnel- y, ahora que he podido ver la película de David y de Juan, me he sorprendido aún más por las tremendas coincidencias entre muchos de los contenidos de ambas obras. Una auténtica sincronicidad o coincidencia de actos creativos.
Poco después de que tuviera lugar aquel asombroso encuentro, y que de él surgiera una amistad, le pedí a Juan si le apetecía participar en la presentación de uno de mis últimos libros, titulado CINE Y ESPIRITUALIDAD. El viaje del héroe en Avatar y en otras películas de ciencia ficción, y aceptó inmediatamente (véase aquí la presentación), a pesar de la multitud de compromisos que tenía como consecuencia del éxito que Flowestaba cosechando en multitud de Festivales, como en el PELOPONESIAN CORINTHIAN INTERNATIONAL FILM FESTIVAL (GRECIA) que fue galardonadocomo MEJOR DIRECTOR (David Martínez), MEJOR ACTOR (Juan del Santo) y MEJOR FOTOGRAFÍA (José Martín Rosete); en el OVERLOOK FILM FESTIVAL at ROME (ITALIA) con el galardón de MEJOR ACTOR (Juan del Santo); con un Premio al MEJOR DRAMA en el Festival de Londres “I WILL TELL”, con un Premio al MEJOR ACTOR en el Festival MIRABILE DICTU; MEJOR GUIÓN en el FESTIVAL FOLLOW YOUR DREAMS (USA) y MEJOR DISEÑO DE VESTUARIO en el MAC FILM FESTIVAL de Brasil.
Como psicoterapeutaacostumbrado a "recetar" la visualización de ciertas películas durante un proceso de terapia, considero que Flow es una de esas joyas que cualquier persona debería de ver en algún momento de su vida. Por todo ello, no puedo sino recomendar encarecidamente a todos -y, en especial, a los interesados en la búsqueda del sentido de la vida- que vean esta excepcional película. Con toda seguridad quedarán profundamente conmocionados ante las peripecias que el protagonista, Walter Mann (Juan del Santo), experimenta a lo largo del largometraje, en ese viaje de búsqueda y encuentro con lo más profundo de su Ser. Una experiencia enriquecedora para el espectador, que dejará huella indeleble en su memoria.
Este es el vídeo del preestreno que tuvo lugar el 12 de noviembre de 2015 en los cines PALAFOX, en la que tanto el director, David Martínez, como el actor Juan del Santo, realizaron una emotiva presentación:
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