Estrenos de la semana

Si Fuera Fácil me iría al cine con Siete Psicópatas

Esta semana los estrenos de cartelera nos traen a los cines el extraño secuestro del perro de un mafioso, una familia lidiando con la crisis de los 40 de la madre, el desmorone de una relación tras un matrimonio y algunas cosillas más. ¡Vamos al lío!

Empezamos con La extraña vida de Timothy Green, en la que una feliz pareja, Jennifer Garner y Joel Edgerton, buscan tener un hijo sin conseguirlo de ninguna manera. De repente, un día aparece Timothy durante una noche de tormenta para llenar el hueco que falta en sus corazones. Con esta sinopsis y siendo una película de Disney, ¿alguien duda que sea una pastelada enorme con final feliz? Pues eso será seguramente lo que encontréis en el cine, algo de magia, mucho cariño y buenrrollismo que nos saciará hasta que vomitemos color arcoiris.

En el lado opuesto del buen rollo tenemos Blue Valentine, una historia de amor (Blue Valentine, a love story). Aquí Dean, Ryan Gosling, y Cindy,  Michelle Williams, deciden casarse tras convivir durante seis años y tener una hija, pero desde ese momento su amor empieza a desmoronarse. Para salvar la relación pasan la noche en un hotel temático, en el que se hospedarán en la habitación del futuro desde la cual veremos su historia desde que se encontraron hasta su crisis matrimonial. Parece que últimamente están de moda la historias de cómo el matrimonio acaba destruyendo las relaciones, y en este caso parece que Ryan Gosling y Michelle Williams nos van a hacer pasarlo un poquito mal por su más que probable ruptura. Habrá que echarle un ojito (y cuidado con verla en pareja… que nunca se sabe…).

El atlas de las nubes (Cloud Atlas) nos trae un conjunto de historias que se desarrollan tanto en el pasado, el presente y el futuro que nos muestra cómo las acciones y consecuencias de las vidas individuales pueden tener repercusiones entre sí a través del tiempo. Esta sinopsis puede sonar confusa, pero realmente el trailer también lo es. Entre el reparto tenemos al siempre enorme Tom Hanks, a la insulsa Halle Berry, el camaleónico Hugo Weaving, entre otros. A mí particularmente no me atrae lo que ofrece esta película, si lo que buscáis es algo sobre historias a lo largo del tiempo, con pasado presente y futuro, casi mejor echarle un ojo a La fuente de la vida, con una historia de amor entre Hugh Jackman y Rachel Weisz que trasciende temporalmente.

En Siete Psicópatas (Seven Psychopaths) un guionista, Collin Farrel, busca inspiración para una película acompañando a sus dos amigos Billy, Sam Rockwell, y Hans, Christopher Walken, que se dedican al bello negocio del secuestro de perros para luego cobrar la recompensar por recuperarlos. Todo se torcerá cuando, por error, secuestren al perro de un mafioso bastante peligroso interpretado por Woody Harrelson. Esta película tiene ese punto gamberro y loco que hace que no sepas qué esperar en cada minuto que pasa, y la presencia de Collin Farrell, Sam Rockwell, Christopher Walken y Woody Harrelson,  no hacen más que profundizar más en esa sensación, puesto que ya han demostrado en más de una ocasión que son capaces de mostrar su lado más desquiciado. Si a todo esto sumamos la aparición de Olga Kurylenko, yo no me la pierdo.

Terminamos con otra comedia, Si fuera fácil (This Is Forty) nos devuelve a dos personajes de Lío embarazoso, también del director Judd Apatow, Pete, Paul Rudd, y Debbie, Leslie Mann. En esta ocasión compartiremos con ellos y sus dos hijas tres semanas en las que veremos cómo deben aprender a perdonarse, a olvidar y a seguir evolucionando para poder mantener su pequeña familia unida. Aquí tenemos una forma distinta de mostrarnos los problemas de una familia americana en la que los padres se meten de lleno en la crisis de los 40 y afrontan problemas cotidianos, pero todo enfocado al humor y al buen rollo al que nos tienen acostumbrado tanto el director como los actores de la película. Además aparecerán secundarios de lujo como Jason Segel, John Lithgow o Megan Fox (en sujetador… ejem). Una buena opción para echarse unas risas y disfrutar de las locuras de Paul Rudd y compañía, sí, sí.