Serio dilema que enfrentan algunos países en la actualidad.
En definitiva México es uno de esos países que enfrentan este serio problema, dadas sus circunstancias sociales y económicas, el dilema circundante es el mismo en el tercer mundo: Estudiar o Trabajar. Comer o Prepararse.
Entiendo que la realidad de nuestro país se pueda ver o apreciar desde diferentes flancos pero, las oportunidades que hemos disfrutado unos pocos, son la carencia existencial de muchos.
La mayoría de mis amigos tuvieron una educación universitaria, provienen de familias que pueden costear la preparación de sus hijos y, el poder darse ciertos lujos. Pero, si analizamos la realidad propia de nuestro entorno social, podremos darnos cuenta que no para todos es igual. Tristemente muchos se debaten la existencia entre una terrible decisión: "Estudiar o Trabajar"... ¿Qué hacer?
Cuando se ha crecido y desarrollado en una sociedad con un ambiente precario y, de insuficiencias económicas, es muy fácil irse con la corriente, dedicarse a lo que todos y no hacer nada más fuera de lo ordinario. Pero aquel ser humano que viendo las circunstancias y sabiendo que existe algo más allá de dicha miseria y resignación, puede optar por comenzar a desarrollar su intelecto estudiando y así intentar acceder a una nueva vida..., la vida de aquel que no se conforma y quiere sobresalir, llegar lejos y lograr grandes cosas. Desafortunadamente existen casos en los que por la necesidad inmediata y circunstancial, esas personas no pueden llegar a ver realizado su sueño y, deben conformarse con lo de los demás...
Me pregunto en ocasiones, ¿cuántas personas pueden existir en el mundo, no solamente hablando de México que hayan visto truncados sus sueños por la desdicha de no contar con los recursos adecuados para poder estudiar una carrera universitaria? La cuenta se me escapa de las manos y cada que voy de viaje por los pueblos del sur, en Jalisco, siento tristeza y simpatía por esas almas atormentadas... Me gustaría que las oportunidades fueran para todos, no solamente para unos pocos, y que el desarrollo humano pudiera completarse gracias a la destreza e inteligencia de cada uno. Desafortunadamente esto no es así.
Las condiciones apropiadas no se han ido validando y creando, el gobierno sigue pagándose sueldos infinitamente inflados y robando a la vista de todos y, por consecuencia, no pasa nada y las cosas continúan igual... Y aunque existen un sinnúmero de becas y ayudas para estudiantes de escasos recursos para ayudarlos a continuar sus estudios, sinceramente no es suficiente. Sigo debatiéndome entre el rencor que siento por los funcionarios públicos de alto nivel, diputados, senadores y demás, que tienen sueldos que no he visto en ningún país de primer mundo para puestos de la misma categoría. Lo más triste es que no son uno cuantos cientos de dólares, sino miles y miles, que bien podrían destinarse para crear fuentes de trabajo, arreglar el aspecto tercer mundista del país, corregir los errores y sobre todo ayudar a combatir ese rezago educacional que existe en México.
La desesperanza en la que viven muchos, también es el resultado conformista de su propia ignorancia, pero mientras el vicio político y la corrupción no cesen, México está condenado a ser lo que es hasta hoy, un país pobre, violento, retrasado y vendible al mejor postor...
Es triste, pero es la realidad. Mientras unos pocos controlan la riqueza y tienen acceso a ella, los muchos se disputan unas migajas de pan que arrastran tras de si, décadas de malos gobiernos y muertes sin sentido.