Los responsables de programar y diseñar el juego se vieron con el agua al cuello al encontrarse con la obligación de terminarlo en un tiempo limitado de tan solo 4 semanas, si a día de hoy es casi impensable crear un juego en tan solo un mes, imaginaros lo que tendría que ser para los pobres trabajadores tal reto. Obviamente los jefazos de Atari no cayeron en la cuenta de lo que supondría tal cosa, pues querían que E.T. saliera en diciembre, para aprovechar el tirón las navidades. El problema vino al poco tiempo de salir al mercado el juego, a nadie, absolutamente a nadie le gusto, solo un par de miles de personas lo compraron, de los millones de cartuchos que se distribuyeron confiando que las ventas fueran muchísimo mayores. Esto provoco que todos o casi todos los que lo compraron fueran a devolverlo por encontrarse literalmente, con una mierda de juego. Atari al encontrarse en semejante berenjenal se vieron en la más absoluta bancarrota, por no poder hacerse cargo de semejante perdida de dinero, con la consiguiente solución, despedida total de los trabajadores y cierre de la empresa. Aquí es donde empieza la famosa leyenda urbana que rodea este juego: como no sabían que hacer con los millones de cartuchos restantes se les ocurrió trasladarlos al desierto de Alamogordo, Nuevo Mexico, donde allí fueron enterrados, tratando de hacer desaparecer de la faz de la tierra su existencia.
Ahora viene lo gracioso, Atari no ha tomado mano a este asunto en ningún momento, pues aunque la empresa cayera a pique, a día de hoy sigue activa distribuyendo algún que otro juego para las diferentes compañías de videojuegos, lo que viene a querer decir que Microsoft pretende beneficiarse de este proyecto a costa de Atari. El otro punto interesante es el coste del proyecto, en el que digamoslo de alguna manera sutil, se gastaron unos millones del bolsillo de sus ciudadanos para poder llevar a cabo la excavación y todo lo que rodea al documental. Es más que un tema absurdamente polémico, y digo absurdamente porque no deja de ser un suceso que básicamente rodea misticismo a un juego, en el que desde el punto de vista de Microsoft es solamente para desenterrar dudas a los curiosos, y por supuesto para ganar dinero a nuestra costa y a costa de Atari.
Con esto lo único que han conseguido es romper el misticismo de la historia y posiblemente quedarse en calzoncillos cuando vean que el publico no va a responder como esperan ante su documental y todo el merchandising que haya detrás. Porque como siempre los estadounidenses nos venden humo con efectos especiales.
Solo deseo que los pequeños adoradores de este boom se lo piensen dos veces antes de hacer alguna locura y lamerles el culo a los de Microsoft. Aunque habra quien me llame hater de Xbox y habrá quien este de acuerdo con mi opinión, solo quería dar mi punto de vista al respecto y aclarar un par de cosas antes de que aquí los "súper gamers" de turno se crean especiales por seguirles el olor a desecho que suelta este documental y Microsoft. Que una vez más lo único que quieren es aprovecharse de nuestra ingenuidad y curiosidad.