Thunderbolts de Warren Ellis y Mike Deodato (Thunderbolts 110 al 121 USA).
Tras el macro-evento Civil War, una crítica velada perpetrada por Mark Millar hacia el gobierno de George Bush que por aquel entonces padecían Estados Unidos y el resto del mundo, el Universo Marvel cambió de nuevo y dio un giro hacia las tinieblas que continuaría en la Invasión Secreta y culminaría en el famoso Reinado Oscuro que finalizó hace poco.
El Reinado Oscuro, donde en un giro de los acontecimientos Norman Osborn se convertía en jefe de seguridad de USA y formaba el grupo oficial de Vengadores repleto de criminales, fue una de las series de mayor éxito de los últimos años. Pero esta no existiría sin lo que sería su precedente, estos Thunderbolts de Warren Ellis y Mike Deodato, dibujante que colaboraría también con Bendis en los mencionados Vengadores Oscuros.
Porque en esta nueva etapa de los Thunderbolts, se gestó el germen de lo que sería el Universo Marvel de los últimos años antes de La Edad Heróica. Un tebeo repleto de mala leche, crítica política, subversión, sexo incestuoso y batallas espectaculares, tanto externas como internas, realizadas por un Warren Ellis repleto de inventiva y diversión.
Con un plantel de auténtico lujo: un fastuoso Norman Osborn, más bipolar e inestable que nunca, con grandes frases para el recuerdo y que sirvió de guía a Bendis en los años posteriores, un Bullseye como secundario de lujo, Piedra Lunar/Doctora Sofen manipuladora o el nuevo Venom, antiguo Escorpión que no es más que una marioneta, un pelele en manos de un simbionte más desatado que nunca. Dentro de los personajes “positivos”, destacar la relación de amistad entre Pájaro Cantor y El Hombre Radiactivo (gran momento la conversación entre este y Osborn, donde Osborn le explica el porqué de su nuevo trabajo y como Ellis se burla de la cerrazón de miras de una gran mayoría de la sociedad americana), Penitencia, antiguo SpeedBall, masoquista compulsivo con esa armadura inquisitorial, quizás uno de los personajes cuyo desarrollo ha sido uno de los más patéticos, en el buen sentido, dentro de la historia Marvel. Como invitafos de lujo, tenemos a Doc Samson y a unos cuantos héroes secundarios sacados del olvido, una demostración más de que Ellis hizo bien los deberes.
Ellis en dos sagas que saben a poco, desgrana a sus desagradables pero carismáticos protagonistas, en un tebeo que transmite mal rollo por todos sus poros, pero que no olvida que está ante un tebeo de superhéroes, ayudado por el que yo creo es el mejor trabajo de Mike Deodato en su ya larga carrera. Un tebeo en el que no necesitó ayudantes que afean su trabajo y que le da un ambiente diferente y especial a este sórdido espejo invertido de los tebeos de supergrupos que es este Thunderbolts, llevando al extremo la premisa que creó Kurt Busiek en 1997 cuando apareció el primer número de los Thunderbolts.
Si te gustó el Reinado Oscuro, y sobre todo los Vengadores Oscuros, aquí tienes la serie que originó todo. Nunca habrás visto un mejor Norman Osborn, ni un grupo de supuestos héroes más amorales, villanos que no son tan duros como parecen, seres humanos patéticos y dignos de lástima, en una colección y una etapa que fue la mejor que originó Civil War.
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