Etapas del parto: Expulsión

Anteriormente hemos hablado de la dilatación, la primera etapa del parto que puede llegar a durar unas 18 horas en el caso de las madres primerizas y en el que se inicia una dilatación del cuello uterino o cérvix, apertura por la que debe pasar el futuro bebé. Hoy abordamos la expulsión, la segunda etapa del parto que se inicia con el descenso del futuro bebé por el canal de parto.

La expulsión es el paso del recién nacido a través del canal del parto, desde el útero hasta el exterior, esta se divide en dos etapas, una etapa temprana no expulsiva en la que a pesar de que la dilatación ha alcanzado su punto cumbre no aparece en la futura mamá el deseo de empujar, el motivo de ello es que el feto todavía no ha alcanzado el suelo pélvico. En la segunda etapa el bebé sí alcanza el suelo de la pelvis y es cuando aparece la necesidad de empujar.
Durante la expulsión, periodo expulsivo o periodo de pujar, la cabeza del futuro bebé se flexiona uniendo su mentón a su pecho, seguidamente se inicia el encajamiento de la cabeza y el avance del feto que realiza una rotación de 90º hacia la izquierda adaptándose a la situación de los músculos del suelo pélvico, ya que de lo contrario sería complicado poder llegar a la tercera etapa denominada alumbramiento.

Durante el avance se produce el desplazamiento de los genitales externos de la madre, situándose la cabeza del feto por debajo de la sínfisis púbica (articulación cartilaginosa media que une las zonas superiores de la derecha y la izquierda de los huesos púbicos, de la sínfisis púbica hablábamos en el post sobre la hormona relaxina. Una vez que la cabeza del futuro bebé aparece, se procede a realizar un giro de 45º y así vuelve a su posición inicial antes de que realizara la rotación. Cuando los hombros salen del canal de parto, el resto del cuerpo sale con suma facilidad, pero el parto no ha concluido, todavía hay que abordar la tercera etapa, la fase del alumbramiento.

Aunque ampliaremos posteriormente con detalle esta última etapa, os explicamos de forma resumida cuál es su cometido. La expulsión se inicia con la expulsión del cordón umbilical, las membranas y la placenta, proceso que puede tardar entre 5 y 30 minutos dependiendo de las condiciones de parto y las características físicas de la madre. En esta etapa, cuando el cordón umbilical desciende por la vulva (órgano sexual externo de las mujeres), indica que se está produciendo el desprendimiento final de la placenta, a mayor avance del cordón, más sale la placenta hacia el exterior, esto es algo lógico ya que cordón y placenta están unidos.

Aunque parezca algo simple es bastante complejo por la serie de mecanismos que se desencadenan en el organismo, por lo que merece la pena explicar esta última fase con detalle, algo que haremos próximamente como ya hemos indicado.

Foto | Salimfadhley

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