Eterna y mortalmente impaciente

Hoy tengo entre manos, gracias a la propuesta de lectura de Versátil, el segundo futuro éxito (estoy segurísima) de Victoria Álvarez. Hoy justo que su primera novela, Hojas de Dedalera, cumple un año, ¿qué mejor celebración que poniendo a la venta Las Eternas?

Me siento tremendamente impaciente por empezarla, pero tengo que dejar de lado Amor Inmortal, algo que nunca creí verme escribir: ¡y no quiero!

Yo a amor inmortal la veía (quizá por el rosa de su cubierta) una novela que psé, pasable, más bien tirando a repelente. No me había planteado leerla hasta que Alba me dijo que no era lo que yo creía, y fue hace unos días que me decidí, recibiendo anteayer esta novela con el envío de Popular Libros.

La abrí, con una ceja en alto, y tuve que quitarme el sombrero ante Cate Tiernan, Nastasya y su historia. Sí que ha habido un par de momentos, sobretodo en esas primeras páginas en las que estaba poniendo a prueba a la protagonista, que la chica me ha hecho entornar los ojos un poco, pero en cuanto la cosa se enrola te das cuenta de que la autora ha sabido jugar sus cartas estupendamente.

Una prota adolescente, pero sólo en apariencia; una historia que envuelve, incluso esos fragmentos que “no vienen al cuento”; impecable, intrigante (como no me entere ya sobre “la marca” me va a dar algo). En fin, una primera impresión estupendísima y que seguro durará todo el libro. Me arrepiento muchísimo de no haberlo cogido antes.

Espero que Las Eternas compense el abandono de Amor Inmortal, dos lecturas que prometen lo suyo…

¿Habéis leído la de Cate? ¿Tenéis ganas de hincarle el diente a la de Victoria?

Nia