Eurocopa: jugar con sentimientos es rentable

Antoni Gutiérrez-Rubí es asesor de comunicación y consultor político, una de las voces más frescas que quedan en El País, no se corta el pelo incluso para navegar contra corriente. Es profesor en varios másters de comunicación política de distintas universidades. Y el domingo publicó un artículo sensacional: Fuego, fútbol y obligaciones, el problema es que ganó España y el mensaje se diluyó entre banderolas y euforia patriotera. Por otro lado me parece que para la que está cayendo, aunque sea irracional vale la pena darse un chute de alegría y pegar cuatro botes a la espera que llegue el lunes y te devuelva a bofetadas a la realidad de la calamitosa situación del país. Antoni decía cosas tan sensatas como que "mientras canta ¡gol!, los valencianos gritan ¡fuego! La imagen y el contraste no pueden dejar a nadie indiferente. Y si el cálculo lleva a Rajoy a escoger lo que más le conviene es que no entiende cuál es su obligación". No cabe duda que el fútbol es sólo un deporte, pero no sólo un deporte, nada que ver con el lanzamiento de jabalina o el ping-pong. Basta con poner el vocablo fútbol en el Google para encontrar millones y millones de referencias en escritos y artículos que ven este deporte como un indicador sociológico que mueve masas más allá de líderes y de situaciones más o menos comprometidas. El futbol levanta sentimientos y de eso se trata, por eso el Príncipe y el Presidente del Gobierno se aprovecharon del momento, como lo hicieron otros, para apuntarse el tanto de la victoria. Los jugadores podrían haberle hecho el feo de no recibirlos pero también ellos se llevan pingües beneficios con el show, además sin cotizar a Hacienda. Recuerdo una vez un experto en política que decía que en campaña electoral a los "clientes" había que venderle ilusiones, no puentes ni carreteras. El futbol es una ilusión bien vendida. Por eso es rentable. Y que conste que yo ayer estuve con la roja, bueno con la roja, amarilla y violeta, jajaja. Salud y a seguir pegándole patadas al balón, que ya otros nos la pegarán a nosotros en el orto, como dicen los amigos argentinos.

• En 2008, en la otra Eurocopa, publiqué algo parecido en el blog, te dejo el enlace: Fútbol, política y rock and roll.