Bélgica y Holanda son países pioneros en la aprobación de la eutanasia, podemos recordar, por ejemplo, uno de los protocolos más criticados por especialistas de todo el mundo, el protocolo de Groningen, se trata de un procedimiento que permite utilizar la eutanasia en aquellos bebés que han nacido con espina bífida. El caso es que ahora se plantea aprobar la eutanasia infantil en Bélgica.
Resulta sorprendente saber que la mayoría de los partidos políticos de este país están de acuerdo con poner en marcha una legislación sobre la eutanasia infantil, incluso los democristianos flamencos, miembros del partido cristiano demócrata y flamenco, algo sorprendente dada que la ideología practicada es el liberalismo conservador y la política que se lleva a cabo se enmarca en el concepto de democracia cristiana.
Volviendo al caso de Holanda, en este país es legal la eutanasia infantil, padres y especialistas médicos pueden considerar conjuntamente no iniciar un tratamiento médico o interrumpirlo en niños de hasta 12 años de edad si se considera que la enfermedad es incurable y el niño que la padece no tiene perspectivas de que pueda curarse. Pero hay más, los niños con edades comprendidas entre los 12 y los 16 años pueden solicitar la interrupción de un tratamiento, aunque en este caso deben contar con la aprobación de los padres y los especialistas médicos. A partir de los 16 años de edad tan sólo necesitan la aprobación de los médicos para llevar a cabo la acción.
Lo que hoy es una enfermedad incurable y con muy pocas expectativas de supervivencia, mañana puede tener solución, por lo que este tipo de decisiones son realmente complicadas. Podemos citar por ejemplo el caso de la Progeria, una enfermedad rara que se caracteriza con un envejecimiento prematuro de los niños causado por un trastorno genético, la esperanza de vida se establece en tan sólo 13 años. Al respecto, ayer podíamos saber que un grupo de investigadores había descubierto un tratamiento que bloqueaba la evolución de la Progeria, de momento las pruebas con roedores de laboratorio han sido positivas, lo que indica que se podría aplicar en un futuro a seres humanos, este es sólo un ejemplo de por qué la eutanasia infantil no debe considerarse a la ligera.
Hablando de la posible y nueva legislación de la eutanasia infantil en Bélgica, parece ser que los legisladores hablan de algunas dudas, como por ejemplo qué hacer si un niño de 15 años gravemente enfermo manifiesta su deseo de morir y los padres se oponen a ello (uno de los progenitores está a favor y otro en contra). Parece que esta es la cuestión en la que se centra el debate, al margen de este planteamiento parece que existe un pleno consenso y la eutanasia infantil será aprobada, aunque antes se deberá legislar sobre la edad en la que un niño puede solicitar la eutanasia.
En la nueva legislación se pretende adoptar una referencia sobre la edad de discernimiento, es decir, que los niños tengan facultades mentales para comprender la diferencia entre la vida y la muerte y la decisión que adoptan bajo esta percepción. Para los especialistas, hasta los 8 años de edad los niños no son conscientes del carácter definitivo de la muerte, algo en lo que seguramente muchos lectores discreparán. Por supuesto, para no tener problemas legales, los especialistas médicos quieren que se apruebe una ley que les proteja de las posibles demandas judiciales, se habla concretamente de aquellos menores que reciben un tratamiento que consideran inútil y que únicamente sirve para alargar un poco más la vida sin ninguna perspectiva de futuro.
Podéis conocer más detalles de la noticia a través de la publicación digital Clarín, nos gustaría conocer vuestra opinión sobre este tipo de iniciativas, a pesar de que se quiera dar una imagen coherente sobre la legislación, creemos que es una decisión mucho más profunda y compleja en la que intervienen muchos factores.
Foto | Crumlin
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Eutanasia infantil en Bélgica