Se ha ideado un modo más eficiente para desecar productos en la industria alimentaria, utilizando burbujas calientes y pequeñas.
En vez de hervir un producto para evaporar su agua (la técnica más comúnmente utilizada en la industria) el equipo de Will Zimmerman de la Universidad de Sheffield en el Reino Unido, ha probado a inyectar microburbujas calientes a través del líquido, causando la evaporación del agua sin que esta hirviese.
Zimmerman, Mahmood K Al-Mashhadani y H.C. Hemaka Bandulasena han usado este método de "ebullición fría" para separar el agua del metanol.
Aunque las burbujas convencionales se han utilizado en procesos de evaporación previamente, transfieren una cantidad muy importante de calor a la mezcla. Esto causa que se desperdicie mucha energía, y puede asimismo "cocinar" la mezcla, lo que en muchos casos la inutiliza.
El proceso desarrollado por Zimmerman y sus colegas se basa en la aplicación de la concentración exacta de microburbujas a una capa delgada de líquido. Esto causa la vaporización del agua con muy poco calentamiento de la mezcla.
La capacidad de las microburbujas para actuar sobre un líquido sin calentarlo excesivamente puede ser explotada en muchos procesos industriales, desde los de la producción de alimentos hasta los de la elaboración de biocombustibles.
El equipo de Zimmerman está trabajando actualmente en un proyecto piloto con la compañía británica Carbon Sequestration Ltd., utilizando esta técnica para retirar el exceso de agua del suero de leche, comúnmente usado como alimento animal. Si este suero se sobrecalienta al retirársele su agua, pierde mucho de su valor nutritivo.
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