Aquellos que han plantado un caqui en su jardín para poder cosechar sus propios persimón, frecuentemente se encuentran con este problema.
El problema no es otro que el exceso de frutos, algo que en principio puede parecer positivo pero que puede convertirse en problemático ya que las ramas excesivamente cargadas pueden llegar a partirse.
Si ya hemos sufrido este percance y se han partido algunas ramas, lo que debemos hacer, cuanto antes mejor, es cubrir las “heridas” del árbol con la pasta que venden a tal efecto. Con esto conseguiremos mantener a raya a insectos y hongos que podrían infectar la herida y poner en peligro al árbol entero.
Ahora bien si lo que queremos es prevenir este problema, sabemos que no basta con llevar a cabo un aclareo de frutos ya que lo único que conseguiríamos sería incrementar el tamaño de los persimón restantes y el problema persistiría.
Así que sólo nos queda prevenir apuntalando las ramas con estacas o atándolas. Además es conveniente llevar a cabo un abonado con un producto rico en nitrógeno que favorezca el desarrollo de la copa del caqui.
