Hoy tocaba visita cultural. He aprovechado muy bien el día, ya que en un día he visitado las ruinas mayas de Tulum, me he bañado en la playita que está debajo de estas ruinas, he pasado unas cuantas horas al sol en Playa Paraíso, y de vuelta a Playa del Carmen he visitado uno de los cenotes naturales más espectaculares de la Riviera Maya, el cenote Dos Ojos.
Para aprovechar bien el día me he levantado prontito. Sobre las 8 y algo ya estaba montado en un colectivo dirección a las ruinas de Tulum. Los colectivos son furgonetas que funcionan a modo de pequeños autobuses que recorren una ruta sin paradas preestablecidas y que se van parando a medida que la gente lo pide. El precio del trayecto entre Playa del Carmen y Tulum es de unos 40 pesos. De donde te deja el colectivo hasta la entrada de las ruinas de Tulum hay 500 metros que pueden hacerse caminando o bien con un trenecito que cuesta 20 pesos. La entrada a las ruinas de Tulum cuesta 57 pesos.
La ventaja de llegar temprano es que puedes visitar las ruinas sin aglomeraciones además de que te ahorras la cola que se forma cuando, más tarde, llegan los autobuses cargados de turistas. Por otra parte si quieres disfrutar de un bañito en la bonita playa que hay al pie de las ruinas de Tulum más vale llegar pronto, ya que es muy pequeñita y se abarrota enseguida.
Las ruinas de Tulum no son tan espectaculares como las de Cobá o de Chichén Itzá, ya que sus templos y edificios son más pequeños. Sin embargo son unas ruinas especiales ya que Tulum es la única ciudad portuaria maya rodeada de murallas. Fue una ciudad eminentemente comercial que dominó las rutas comerciales navales y terrestres de la zona en su época de apogeo que coincidió con el declive de otras ciudades del interior como Cobá y Chichén Itzá.
A los pies de las ruinas mayas, situadas a lo alto de pequeños acantilados, hay dos calitas que servían de embarcaderos. En estos momentos una está cerrada a los bañistas, ya que las tortugas ponen sus huevos ahí, y en la otra es posible bañarse. Vale la pena bajar a esta playita a darse un chapuzón y admirar desde el agua las ruinas mayas a lo alto del acantilado.
Caminando un poco desde la salida de las ruinas se llega a una de las mejores playas de toda la Riviera Maya, la Playa de Tulum. Esta playa tiene 9 km. de largo y todavía en gran parte de su extensión es bastante vírgen, a pesar de que cada vez se abren más hoteles a lo largo de la playa. Playa Paraíso es uno de los tramos de la playa de Tulum cercanos a las ruinas de Tulum. Este trocito de playa es muy conocido por su belleza y por su cercanía a las ruinas. Pasar unas horitas tras visitar las ruinas es algo obligatorio. Hay además un restaurante-chiringuito de playa con el nombre de restaurante paraiso, donde puede se puede comer pescadito fresco o comida típica mexicana. Es el único que hay en la zona.
De vuelta a Playa del Carmen cogí otro colectivo y me paré en el Cenote Dos Ojos que también está situado en la carretera que lleva a Playa del Carmen, la ruta 307. Este es uno de los cenotes más impresionantes de la Riviera Maya. Este cenote está gestionado por una comunidad maya que se reparte los beneficios equitativamente. El cenote Dos Ojos se compone por un sistema de túneles y cuevas subacuáticas de más de 60 kilómetros. Sus aguas son muy cristalinas, las estalactitas abundan, y como curiosidad visitas también una cueva llena de murciélagos. Es posible visitar parte del cenote haciendo submarinismo o haciendo esnórquel con un guía. La visita de esnórquel con guía son 400 pesos y dura aproximadamente hora y media. Es una visita única e imprescindible si visitas la Riviera Maya.