Articulo de Noticias24
Blake Fielder-Civil, quien mantuvo un tormentoso matrimonio con la fallecida artista Amy Winehouse, admite abiertamente su responsabilidad directa en la adicción a las drogas
que terminó con la vida de la estrella del soul en julio de 2011, y
ahora muestra un sentido arrepentimiento por haberla iniciado en una
destructiva práctica que arruinó la carrera de Amy y la condujo a la
perdición.
“Sé que jamás habría experimentado con esas cosas si no hubiera sido por mi influencia”
“Yo ya había fumado heroína tres o cuatro veces, y nos encontrábamos
en un hotel del este de Londres cuando ella me pidió que le ofreciera un
poco de la droga. Yo había comprado unos 12 euros de la sustancia para
fumar en solitario después de una noche en la discoteca, y sé que tenía
que haberme opuesto a su petición. Debería haberme resistido a sus ganas
de probarla, pero al final acabó consumiendo un poco y ni siquiera sé
cómo ocurrió. Por supuesto que me arrepiento, no solo por el daño que
causé a Amy sino por el que he provocado a su familia y a la mía”, se
sinceró el músico al presentador Jeremy Kyle en su programa de la
televisión británica. A continuación, cuando el conductor del espacio le
preguntó si ese momento constituyó el principio del fin de su expareja,
Blake se limitó a contestar: “Bueno, diría que sí”.
Aunque la malograda cantante se destacó en sus años de éxito
comercial por la escasa discreción con la que hablaba de sus excesos, su
expareja aseguró que su primer coqueteo con la heroína se produjo solo dos meses antes de que contrajeran matrimonio en 2007, y opina que Amy no se enganchó automáticamente a la sustancia en los períodos en los que la consumían juntos.
“Reconozco que estuve presente la primera vez que Amy probó la
heroína, de hecho la droga era mía y sé que jamás habría experimentado
con esas cosas si no hubiera sido por mi influencia. Pero también es
cierto que tú no te enganchas directamente tras probar la sustancia por
primera vez, ella desarrolló deliberadamente la adicción en las semanas
siguientes. Creo que pasaron dos meses desde esa primera vez cuando Amy
comenzó a sentir la necesidad de fumar heroína de forma regular, pero
siempre la fumábamos y jamás nos la inyectábamos cuando estábamos
juntos”, relató Blake.
El que fuera compañero sentimental de la fallecida vocalista también revela que Amy se planteó abandonar las drogas en varias ocasiones,
sobre todo en aquellos momentos en los que el aumento progresivo de su
consumo le ocasionaba un efecto directo en su ya de por sí débil estado
de salud.
“Empezamos con una dosis semanal durante el primer mes en que
consumíamos juntos, pero luego el hábito empezó a ser cada vez más
frecuente hasta que un día casi llegamos al límite. Estábamos tumbados
en la cama un día y nos sentíamos fatal. Amy decía que se encontraba
experimentando una sensación similar a la de un fuerte resfriado, y yo
le dije que probablemente sería una consecuencia de la resaca. Casi no
nos podíamos mover y ella padecía unas náuseas terribles. Me dijo
claramente: ‘No voy a volver a hacer esto en la vida’”, concluyó su
exmarido.