Revista Comunicación
Hoy quiero compartir con todos vosotros una entrevista que me hicieron en una publicación de la Universidad Miguel Hernández de Elche sobre la censura, a raíz de un artículo que publiqué en el Foro Político de Medios y Redes, con el que colaboré durante unos meses. Espero que os guste.
¿Por qué es periodista? ¿Cuál es su historia?Soy periodista porque es lo que siempre he querido ser. Desde pequeña tenía muy claro que quería estudiar Periodismo. No había ninguna otra carrera ni profesión que me llamase la atención ni a la que quisiese dedicar mi vida. Siempre me ha gustado escribir, contar historias, conocer personas y lugares interesantes que me aportasen algo y compartir esas experiencias con el resto de la gente a través de la escritura. Para mí escribir es la mejor forma de expresarme, de relacionarme y, al mismo tiempo, de conocer el mundo e intentar comprenderlo. Mi historia, mi relación con el periodismo comenzó muy pronto, ya que desde pequeña me gustaba hacer entrevistas a las personas de mi entorno e incluso a los jugadores de Osasuna. Para que me hiciesen caso, les mentía y les decía que era un trabajo que me habían mandado en clase. En segundo de Bachiller varios compañeros de clase y yo creamos una revista en el instituto y después me licencié en Periodismo en la Universidad de Navarra.
Ya que este número va a ocupar el tema de la censura, ¿la ha sufrido usted alguna vez en su trabajo o vida diaria?Por suerte, en mi vida diaria no, pero en mi trabajo sí. Durante cinco años trabajé en Pamplona en Diario de Navarra, un periódico con una ideología de derechas. Y sabía que había cosas que no podía contar o, al menos, tenía que contarlas de una determinada manera. Eso lo tenía asumido. O lo acataba, o me iba a la calle. Pero hubo un caso que me marcó más. En un pueblo de Navarra se celebró un hermanamiento entre esa localidad y otra del sur de Francia. Entre los franceses había dantzaris que portaban la ikurriña, la bandera del País Vasco, que está prohibida en Navarra por la Ley de Símbolos. Los consejeros del Gobierno de Navarra que estaban en ese acto se molestaron muchísimo y llamaron a la redacción del periódico quejándose y diciendo que había habido incidentes. Yo había estado allí y sabía que no había habido ningún tipo de incidente. Pero mi jefe prefirió creer al político antes que a mí y en lugar de lo que yo había presenciado en el periódico publicaron las declaraciones del consejero. Lo único que pude hacer fue negarme a firmar ese artículo, no quería que bajo mi nombre apareciesen cosas que yo sabía que no habían ocurrido.
¿Por qué todavía existe la censura en el ámbito del cine y la televisión española, cuando hace más de 30 años que salimos de la dictadura?Más que censura, creo que hoy en día en el cine, la televisión y en los medios de comunicación en general existen muchos temas de los que es mejor no hablar si realmente quieres tener difusión y llegar al público y a los ciudadanos. Por suerte no he vivido la dictadura, ya que nací en 1984, nueve años después de morir Franco, pero aun así creo que no tiene nada que ver la censura del franquismo con la de la actualidad. Lo de ahora, más que censura o prohibiciones, son presiones. Es más sutil, más indirecto, menos oficial pero con el mismo poder y la misma fuerza para influir en los medios de comunicación. Y creo que esto existe hoy en día porque siguen existiendo intereses que están detrás, ya sean económicos, políticos, religiosos, etc. Si tú tienes un periódico, un canal de televisión o una película que ha sido financiada por un determinado organismo, empresa, persona, etc., quien te haya financiado puede ejercer censura sobre ti, quien tiene el dinero es el que manda y controla lo que se dice y lo que no.
Se habla de que hoy en día existe una censura comercial e interesada, mientras que durante el franquismo existía una censura puramente ideológica. ¿Cuál es realmente la diferencia? ¿Pueden existir tipos distintos de censura, con distinta gravedad y distintas consecuencias, o es todo lo mismo?A esto mismo me refería en la pregunta anterior. Durante el franquismo la censura era ideológica, puesto que se trataba de una dictadura que respondía a intereses políticos. Pero en la actualidad lo que existe es una censura basada en intereses políticos, pero también comerciales y económicos. La censura, las prohibiciones y las presiones son siempre iguales, tienen la misma consecuencia: atentar contra la libertad de expresión y el derecho a la información. La única diferencia es qué provoca esa censura. Antes era la ideología y hoy en día la economía.
¿Qué garantías tenemos del derecho a la información y la opinión en un país donde enfrentarse a los casos más polémicos de la política (Ley Sinde, corrupción…) se penaliza con el silencio y la censura?El derecho a la información y a la opinión cada vez existen menos y, por lo tanto, cada vez los ciudadanos tenemos menos garantías. Siempre he pensado que la objetividad no existe. Y cada vez menos, porque los medios de comunicación están controlados por intereses políticos y económicos, lo que marca el contenido de la información que ofrecen. Pero por lo menos es algo que todos sabemos y cuando nos informamos a través de uno u otro medio, sabemos a qué ideología pertenecen y cómo nos van a contar los hechos. Creo que si realmente queremos estar informados lo que debemos hacer es recurrir a varios medios, de distintas ideologías, para construir el puzzle con cada pieza y formarnos nuestra propia opinión que, probablemente, sea intermedia. Cada uno cuenta la película como le conviene. Siempre es muy recomendable y muy interesante analizar un mismo hecho a través de medios de comunicación de distintas ideologías, la mayoría de las veces parece que incluso nos están hablando de cosas distintas.
¿Considera que existe algún caso, en el mundo del cine y la televisión, donde la censura sea aceptable? ¿O no ha de ponerse ninguna traba a todo aquello que se ampare bajo el Artículo 20 de la Constitución? Creo que con respeto, con rigor y con información documentada y contrastada el cine, la televisión y todos los medios de comunicación pueden abordar cualquier tema. Es cierto que unos son más polémicos que otros, pero eso es lo mejor del periodismo, las distintas opiniones, el intercambio de ideas, el debate. Si no, todo esto sería muy aburrido. Por eso no creo que exista ningún caso en el que la censura esté justificada y sea aceptable. Bastantes trabas nos ponen ya la política y los intereses comerciales y económicos como para ponernos más nosotros mismos. El artículo 20 de la Constitución dice que no pueden restringirse estos derechos mediante ningún tipo de censura previa. Esa es la diferencia, que antes había censura previa y ahora la censura es posterior a la publicación, mediante presiones y silencio. Como le ocurrió a la revista El Jueves con la caricatura de los príncipes Felipe y Letizia.
Iñigo Ramírez de Haro afirmó que era “Víctima de la censura” cuando su obra teatral “MecagoenDios” fue mal recibida por la crítica y mucho peor por la iglesia.Una cosa es la crítica y otra la censura. Íñigo Ramírez de Haro afirma en su página web que él no piensa respetar ninguna idea, ninguna creencia, ninguna religión, que sólo respeta a las personas, la integridad física de las personas y que espera la misma reciprocidad. Así que no entiendo por qué se sintió víctima de la censura cuando su obra recibió malas críticas. Si él no respeta, imagino que no le importará que a él tampoco le respeten. No atacaron su integridad física, así que le ofrecieron esa reciprocidad y esa falta de respeto a ideas, creencias y religiones que él dice esperar. No veo dónde está el problema. Siempre he tenido muy claro que si quieres que te respeten, antes tienes que respetar tú a los demás. En esta afirmación él establece las reglas del juego, las aplica a los demás, pero cuando son los demás, en este caso la Iglesia y las malas críticas, las que las aplican con él, ya no le gusta. Las cosas no funcionan así.
¿Considera que en un país como España, que vivió una larga dictadura, se puede hablar hoy en día de ser “víctima de la censura”? (Que no de censura en sí)Creo que no hay que tener miedo de llamar a las cosas por su nombre pero, al mismo, tiempo, hay que saber diferenciar. Claro que hoy en día, en democracia, hay presiones, intereses. Pero hablar de víctima de la censura, de censura como tal, no me parece correcto. Se podrá hablar de víctima de intereses ideológicos, políticos, económicos, etc. Lo contrario me parece una falta de respeto hacia nuestros abuelos y padres y hacia todas las personas que padecieron la dictadura y que sí que fueron víctimas de la censura y de todas las atrocidades que se cometieron durante el franquismo.
¿Cuáles considera que son los mayores cuerpos u organismos censores de la España actual?Hoy en día las principales trabas contra la libertad de expresión, de opinión y el derecho a la información llegan desde los poderes económicos y comerciales. Los medios de comunicación viven de los anunciantes, no de los consumidores, y son los anunciantes los que controlan lo que se publica y lo que no. Y lo mismo ocurre con los partidos políticos. Detrás de un medio de comunicación hay empresas y partidos que los financian y, como he dicho antes, quien pone el dinero es el que tiene el poder y el control. Y junto con empresas y partidos, no podemos olvidarnos de la Iglesia y de la monarquía. Me parece increíble que en un país democrático como España y en el siglo XXI se anteponga el derecho al honor y a la propia imagen por encima del de expresión, opinión e información.
¿Qué temas siguen siendo tabú en un país como España?Muchos, demasiados. Como he dicho antes, creo que con respeto y rigor se puede hablar de todo, pero parece que eso hoy en día en España todavía no es posible. Cualquier tema que sea políticamente incorrecto es tabú. Cada vez es más difícil hablar abiertamente de inmigración, terrorismo, religión o política.
¿De quién es culpa que esto todavía pueda pasar?Creo que la culpa es de todos. De los poderes políticos y económicos por fomentarlo y de los medios de comunicación y de los ciudadanos por permitirlo. Todos somos culpables y responsables.
¿Piensa que este tipo de censura sólo ocurre en países como España - un país marcado durante años por la dictadura y, en la actualidad, por la persistente tendencia política a estar siempre en campaña – o que también ocurre en países como Reino Unido o Estados Unidos?No creo que la censura que se ejerce hoy en día en España pueda achacarse a la dictadura. Ya hace 37 años que murió Franco. Y, por supuesto, la censura actual no se da únicamente en países que hayan sufrido una dictadura. Hoy en día sigue existiendo censura en todos los países, en unos es más evidente por motivos ideológicos, como Cuba, China o Corea del Norte por poner sólo tres ejemplos, pero en los países democráticos y desarrollados también existe y no sólo en España, por supuesto que también en Reino Unido o Estados Unidos y en muchos otros países. Por ejemplo, con el asesinato de Bin Laden, el gobierno de Estados Unidos está ejerciendo la censura, está impidiendo a los ciudadanos de todo el mundo conocer la verdad sobre lo que ha sucedido. ¿Por qué no nos muestran las imágenes del cadáver? Se supone que, sin pruebas, tenemos que creernos a pies juntillas lo que nos dice Obama, sin ningún tipo de duda ni de queja. Y, por desgracia, parece que funciona, porque ningún medio de comunicación ha cuestionado los hechos. Nunca entenderé la doble moral de Estados Unidos, dicen que las fotos pueden impactar y ofender, pero contemplar la ejecución de alguien en la silla eléctrica no les impacta.
En su artículo “La censura al cine español” habla de cómo “Inmiscuirse en la dimisión de Álex de la Iglesia y en la presentación de la gala de los Goya es otra forma de manipulación y censura” ¿Podría desarrollar esta afirmación? Sí, por supuesto. Como ya expliqué en enero de 2011 en ese artículo, cuando Álex de la Iglesia se mostró contrario a la Ley Sinde y anunció su dimisión como presidente de la Academia de Cine por este motivo, la ministra de Cultura decidió que era mejor que él no presentase la gala de los premios Goya. Y fue todavía más allá, ya que anunció que si, finalmente era él el presentador, ella no acudiría a la gala. Personalmente, esa reacción y esa actitud por parte de la ministra me pareció muy infantil, una pataleta, un berrinche. Como Álex de la Iglesia no estaba de acuerdo con ella, ella no quería estar cerca de él. Es absurdo e impropio de una dirigente política de un país democrático. Álex de la Iglesia había sido respetuoso y coherente, había expresado su opinión y había actuado en consecuencia presentando su dimisión. Por el contrario, la ministra Sinde recurrió a todas sus armas políticas y a su poder y se entrometió en un asunto que no era de su competencia. A eso me refiero cuando hablo de censura y de manipulación, ya que Sinde quiso influir no sólo en la presentación de la gala de los Goya, sino también en la Academia de Cine proponiendo a Icíar Bollaín como directora para sustituir a Álex de la Iglesia.
¿Cómo se caracteriza esta forma de censura? ¿Conoce algún otro ámbito o caso en el que se aplique?No creo que esta sea una censura distinta del resto. Simplemente es una prueba más de la influencia que los poderes, en este caso políticos, ejercen sobre los demás. Y creo que, desgraciadamente, esto ocurre todos los días en muchos ámbitos de la vida. ¿Por qué El Jueves no puede publicar una caricatura de los príncipes sin que la revista tenga que ser retirada por una orden judicial? ¿Por qué los ciudadanos no pueden expresar libremente su opinión sobre los políticos sin que su concentración pacífica y multitudinaria en muchas ciudades españolas sea ilegalizada por la Junta Electoral Central?
Se habla de la Ley Sinde y el cierre de webs de descarga como censura, ya que procede de un procedimiento administrativo y no judicial. ¿En qué medida es esto censura y en qué medida es una solución al problema de la piratería?No creo que la Ley Sinde vaya a solucionar el problema de la piratería. Y sí pienso que es censura porque, como dice, es un procedimiento administrativo, una medida tomada arbitrariamente por el Gobierno, y no por un juez o un tribunal. Además, creo que con esta ley se ha abierto un camino que puede ser muy peligroso. Se empieza por cerrar y censurar páginas webs de descarga con la excusa de evitar la piratería, pero ¿quién nos dice que el día de mañana no se cerrarán webs para evitar ataques o críticas al Gobierno?
¿Y vosotros, qué opinais sobre este tema?
Abrazos literarios para todos.