Meditar es detenerse y poner en standby las emociones , pensamientos y miedos. La meditación también es escuchar. Escuchar lo escuchar lo que tu cuerpo dice, los sentimientos, los pensamientos, deseos, necesidades...
El estado meditativo es una característica innata del ser humano. Te voy a dar tres situaciones en las que se produce un momento de meditación natural.
- El niño que se detiene a mirar una flor observando la belleza de la flor y que por ese instante deja de escuchar a los otros niños que le llaman para ir a jugar. Ese niño en ese momento está en un estado de meditación y lo hace de forma natural, sin que nadie le haya enseñado a hacerlo, le sale de dentro.
- El enamorado que tras un día malo en el trabajo donde lo ha pasado mal observa a su amada capturando su esencia separando de su mente toda la jornada que apenas ha dejado atrás y sonríe viendo a la mujer que quiere.
- La madre que recibe a su bebé recién nacido sin recordar el dolor que hace unos instantes acababa de pasar durante el parto.
Todos estos momentos son momentos de meditación natural y como puedes ver está asociada a todas las facetas de nuestra vida: infancia, adolescencia , maternidad . Nacemos pudiendo meditar y morimos con el mismo don.
Hay tres rasgos característicos en todas estas escenas citadas que forman parte de la meditación natural.
- Todas ellas son situaciones espontáneas que se dan sin que la persona pare a pensar que está haciendo lo que está haciendo.
- En los tres casos las personas que tienen el momento de meditación están apartando de su mente lo que acaba de suceder,es decir que el presente gana terreno al pasado y se crea una auto-presencia total en el presente. El niño no piensa que estaba con sus amigos jugando, el enamorado no piensa en lo mal que lo ha pasado en el trabajo y la madre no tiene en mente lo que acaba de sufrir para traer a su bebé al mundo.
- Además estos momentos suelen carecer de consciencia.
Pero estos momentos tienen fin y por eso es importante aprender las técnicas de meditación para poder meditar de manera consciente cuando así creamos necesario. Iniciando así un estado de auto-consciencia. Si aprendemos a meditar podremos crear estos instantes que la vida por suerte muchas veces nos regala y aplicarlos a muchos otros instantes de la vida.