Revista Ciencia

Expedición al Sol 2

Por Marathon

Si Solar Probe Plus va a tener que sobrevivir al despiadado calor y radiación, tiene que ir bien equipada. La nave entera se parapeta detrás de un escudo de 2,7 metros de diámetro y 15 cm de grosor, hecho de un compuesto de espuma de carbono; esta defensa soportará hasta 1400º C y una intensa radiación. Los instrumentos se asomarán por el lateral para obtener sus datos. A pesar de todo, increíblemente el escudo mantendrá la nave a la temperatura ambiente de la Tierra.
Expedición al Sol 2

Las emisiones de masa coronal bombardean la magnetosfera terrestre y pueden causar graves daños
Solar Probe Plus está siendo construida por el Laboratorio de Física Avanzada de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore. El equipo de diseño ha tenido que llegar a donde ninguna misión ha llegado antes. Como explica el director de sistemas de misión Jim Kinnison. "la intensa iluminación, radiación y los impactos de granos de polvo deben ser tenidos en cuenta en nuestro diseño, en la mayoría de los casos teniendo poco conocimiento experimental de los propios ambientes."
El diseño lleva aparejado el modelado por computadora, el desarrollo de pruebas y un esfuerzo de innovación. Se trata de un brutal equilibrio. "Todos los desafíos planteados por la misión pueden abordarse individualmente", afirma Kinnison. "La verdadera dificultad radica en integrarlos todos simultáneamente." Sin embargo, podríamos pensar que ya existen sondas que estudian el Sol, entonces ¿por qué enviar otra?
Una razón es porque las fulguraciones y eyecciones de masa coronal, súbitos estallidos de partículas cargadas que pueden golpear la Tierra, destruyendo los satélites y dañando las redes de transmisión eléctrica. El Secretario de Defensa Liam Fox, advirtió recientemente de los peligros planteados por estos fenómenos para la infraestructura tecnológica. De hecho, el viento solar y la corona han estado bajo continua vigilancia desde mediados de la década de los 90 mediante satélites como SOHO, ACE y WIND. Sin embargo, estos satélites pueden solamente observar desde una distancia lejana en las proximidades de la órbita de la Tierra en la que estén seguros. Para examinar las complejidades de la atmósfera solar, Solar Probe Plus no puede ser tan tímida.
El misterio que la sonda espera resolver ha permanecido durante 70 años. La enorme temperatura de la corona fue algo descubierto en 1939 por Walter Gotrian y Bengt Edlén. Estos científicos advirtieron por primera vez líneas de emisión en el espectro de la corona correspondientes a átomos fuertemente ionizados, lo que resultó desconcertante puesto que ese grado de ionización implicaba que la corona debía estar 200 veces más caliente que la fotosfera solar (superficie solar) que se encuentra a unos 6000º C. Parecía algo totalmente disparatado.
Continuará...
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