En la década de los 50, se observó que la corriente continua de partículas cargadas procedentes del Sol (llamada viento solar por el astrónomo alemán Ludwig Biermann) realizó una súbita transición a velocidades supersónicas. ¿Por qué? "Un teórico llamado Eugene Parker ya había realizado las primeras predicciones de que la corona sufriría esta transición", explica el Dr. Justin Kasper, investigador principal del instrumento de partículas del viento solar del Observatorio Astrofísico Smithsoniano. "Las primeras descripciones de una misión como la Solar Probe Plus, surgieron unos años después de que se aceptarán las predicciones de Parker."
Representación artística de la sonda Solar Probe Plus en las proximidades del planeta Venus
De hecho, en 1958 el "Comité Simpson" de la academia nacional de Ciencias, propuso una misión semejante para resolver estas cuestiones. La misión se acercaría a tan sólo 4 radios solares. Aunque era una gran idea para su tiempo, el plan original era demasiado ambicioso. El plan ha sido ahora modificado, y como explica Guhathakurta: "Solar Probe Plus visitará una región inexplorada del sistema solar, por lo que las posibilidades de descubrimientos son enormes. Sin embargo, los dos misterios principales que han motivado la misión son la alta temperatura de la corona solar y la desconcertante aceleración del viento solar. Estas dos preguntas han atormentado a los físicos solares desde hace tiempo."
Aunque atormentados, ésto no ha detenido a los científicos para que formulen teorías. Con respecto a la corona solar, Kasper describe una prometedora teoría que involucra a la energía de pequeñas ondas electromagnéticas absorbidas por el plasma como un tejido que absorbe agua. Algo está inyectando continuamente energía en la corona, porque de lo contrario se enfriaría en cuestión de horas. Kasper afirma que el calor se asemeja a las olas que rompen en una playa, disipando energía y moviendo la arena. "Cuando se producen suficientes olas, no se puede dispersar las partículas de la corona y del viento solar y las temperaturas suben", afirma.
Pero como siempre en la ciencia, se necesitan pruebas. El Observatorio Astrofísico Smithsoniano está encargado de construir la copa de solar Probe Plus, que viajará por debajo del escudo. Como la lluvia en un contenedor, la copa atrapará partículas de alta energía y las analizará in situ. "Investigaremos todos los modelos de calentamiento coronal, haciendo mapas detallados del número de iones y electrones viajando en diferentes velocidades junto a la nave", afirma Kasper. Su equipo también podrá observar el ángulo en el que sopla el viento solar, 128 veces por segundo. Esa velocidad es suficiente para que para conocer cómo las pequeñas ondas electromagnéticas dispersan partículas y si la teoría del calentamiento es correcta.
"Uno de mis pensamiento favoritos es que las partículas de la corona puedan estar calentadas anisotrópicamente (en diferentes direcciones)", dice Kasper. "El plasma puede ser entre 10 y 20 veces más caliente en la dirección perpendicular del campo mágnético que a lo largo de él". Kasper pone la analogía de un cubo de agua que hierve cuando es observado de una dirección, pero que está simultáneamente congelado visto desde otra.